Y en el transcurso de los años pasaron sus vidas unidas, sin darse cuenta de todo aquello que habían compartido y de todo lo que habían dejado atrás,lo que habían perdido y añoraban ahora….
Su mente retrocedia y veía los recuerdos de aquellas dos niñas jugando, sonriendo mirándose a los ojos sin pensar en su futuro, solamente intentando cumplir sus sueños, con ese aroma tan característico de la infancia que pronto se transportaría a la adolescencia en un reencuentro inesperado.
Una tarde que para cualquiera no significaría nada para ellas fue el comienzo de aquello que llaman amistad y que va más allá de esa simple palabra, porque el significado está tatuado en el alma y no en un papel, no es fácil destruirlo como muchas palabras que son dichas, es un mundo, un universo distinto.
Las tardes eran infinitas, escuchando música, charlando,llorando, pensando o simplemente mirando el cielo, preguntandose tantas cosas acerca de la vida, del amor y de ellas mismas, sintiendo sus miedos y enfrentándolos, siempre juntas ….
Pasaron momentos difíciles, tormentosos, odiados, pero cada uno de ellos se pudo superar; llegó un momento en que su presencia dejó de ser física, dejarón de sentirse los abrazos, los saludos, las miradas que hablaban por sí mismas sin embargo, sus almas seguían conectadas inexplicablemente hablando de eso que las atormentaba…
Ahora es momento de no olvidarnos, de seguir juntas flotar en aquel aroma de la infancia, de seguir en este universo creado por las fantásias, los sueños, las ilusiones, sin perdernos de la realidad, sin perder ese lazo que aún nos mantiene unidas como lo hemos venido haciendo ya desde hace muchos años.