La tinta del lápiz,
mi huida, un taxi
Las vidas felinas
son nueve, son nuevas

te caes, te quiebras
me arropo y te entregas
la tela dormida
te abraza y se enreda.

Los ojos de un gato, la figura de mármol
un cielo,
un vate,
un sueño y un árbol.

El pulso del lápiz y el ruido del taxi
alargan la espera
la pisan, la queman.

Otra vez ya soy otro,
sin importar el árbol

y es que el tiempo y el mármol,
sin ver, te hacen daño.