Bueno todos tenemos un amor platónico, alguna persona que nos ha eclipsado con
su figura, estrellas de cine, cantantes, actrices de teleseries, en fin como diría alguien a
nadie le falta un dios (o diosa en mi caso) para adorar. Mi historia no es una gran historia ni
tampoco parecería serlo, sólo que la he contando tantas veces en mi carrera que ya todos se
la saben y pensé ¿Por qué no?, ahí tengo los testigos ya que es una historia muy urbana y
real.
Lo primero es identificarme como Charly y soy de Cartografía, no interesa nada
más, ella es de Arquitectura y se llama Francisca (creo) tampoco interesa saber mucho de
ella sólo que tiene un novio que creo le dicen Fito. En fin, resulta que todo esto partió en
2001 cuando yo era mechón, venía tratando de olvidar un gran amor que tuve en la media y
creí que lo había superado, había conocido una compañera de curso en la universidad que
me interesaba y pensé ‘un clavo saca otro clavo’, cuando una noche desprevenido en la
micro la conocí.
Iba sentado en la parte de atrás pensando en nada y escuchando mi personal estereo,
y de pronto me percaté que en el asiento de adelante iba sentada una joven como de 22 años
la que yo sólo le veía la parte de atrás de la cabeza y tenía un perfume muy suave pero
atrayente y me quedé pegado con eso, usaba aros largos que terminaban en plumas de
colores, el pelo corto y lleno de pinches y trabas de colores la coronaban me quedé
embobado mirándola cuando de pronto se paró para bajarse y ahí quede loco. Medía cerca
de 1.80 m y era muy bonita, su carita era como de melancolía pero no tristeza, seria pero
alegre, con ojos de color almendra, la vi bajarse con un chaquetón blanco que terminaba en
las mangas con unas especies de plumas, la miré como un niño mira un juguete nuevo, su
caminar elegante y pausado me cegaba de todo, puedo asegurar que tuve un momento de
silencio en que no escuche nada ni vi a nadie mas. De inmediato me acorde de lo que me
dijo un amigo en el colegio ‘Minas como esas tenís que verlas hasta memorizarlas
completamente, ya que nunca más las verás y créeme con lo que te digo me ha pasado
infinidades de veces’ , así que tomé consejo y en 2 minutos ya me la sabía de memoria y
guardaba un lugar especial en mi cabeza.
Al día siguiente tomé la micro para ir a la ‘U’ cuando cuán grande no sería mi
sorpresa que en la misma villa de anoche se sube Ella. El mundo se volvió a detener para
mí y no podía creerlo, aquella tesis infalible de mi amigo se fue a la cresta, aquí estaba el
ejemplo que destruye toda hipótesis, teorema, tesis, todo era increíble ahí mismo me
prometí que sabría su nombre, donde estudiaba, en fin todo un cuestionario más o menos
interesante para conocerla más a fondo. Cuando veo que se sentó en la parte de delante de
la micro y me quedé mirándola todo el viaje, ni me acordé que iba estudiando. Al llegar a
mi paradero caché que ella también se bajaba, la seguí inevitablemente porque iba para
donde yo me dirigía y la dejé cuando llegue a mi sede, y se lo comenté a mis compañeros
que no me creían la historia de esta mina ‘grandota’, que como no le sabía el nombre la
bautice así.
Unas compañeras me dijeron que me pusiera las pilas con la grandota, que le
preguntara el nombre, pero les dije que no sabia donde estudiaba así me era imposible
averiguar nada mas aún que nadie la había visto, asi que ella solo era un rumor mío, además
no necesitaba que nadie me dijera nada porque pensé que sería sólo hacerme ilusiones
tontas.

Así pasaron cerca de dos meses en que la veía en la micro pero como ella la tomaba
después que yo la micro iba muy llena y no lograba hacerle señas para ofrecerle el asiento y
partir por ahí una conversación.
Hasta que un buen día sentado en la calle en una banca en San Ignacio con unas
compañeras, contándoles mis nulos avances la vimos pasar con su pololo y ahí la historia di
un giro que no lo esperaba. Resulta que al tipo una compañera lo identificó como el Fito y
me dijo que era su amor platónico y que porque no lo había contado, le dije que no sabia
que pololeaba es más apenas si había descubierto que la tipa iba en la UTEM, aunque tenía
rumores vagos de que era de Arquitectura o Diseño, ahí me dijeron y comprobaron que tan
alta era la muchacha, lo cual causaba aún mas envidia ya que sólo el hecho de andar con el
Fito era motivo para llamarla ‘bruja’ y peor aún si se empinaba sobre el 1.80m, yo ahí
encontré más resistencia ya que el Fito era calificado por todas mis compañeras a las que le
preguntaba como mino. Ese año lo pasé tratando de verla en la biblioteca, en el casino, en la
micro pero no me atrevía, en una de esas ocasiones en el casino mientras mis compañeros
hacían la fila para el almuerzo, yo me quedé en la mesa con otro esperando y cuidando la
mesa cuando le digo ‘Sebastián, voy a cachar si esta mina está por aquí’, mi compañero me
dijo que ya me estaba poniendo huevón que me dejara de hinchar que eso sería imposible,
pero yo porfiado mas encima me pare del asiento y le dije ‘Te apuesto que la mina anda por
ahí’. Dicho y hecho. No sólo andaba por ahí, sino que estaba sentada atrás mío, pero
espalda contra espalda, ahí si que me corte. Todo lo que le había dicho al Seba lo dije con
voz fuerte ya que había mucho ruido, demás está decir que pasé todo el almuerzo callado y
casi sin moverme.
No lo entendía, me bloqueaba en forma increíble y las palabras no me salían con
fluidez. En enero del 2002, me pasó algo peor sólo atribuible a la mala fortuna o al destino.
Fui a buscar el autoadhesivo para el pase escolar y no tenía contemplado verla, ya que
como no sabía nada de ella (ni siquiera el nombre) suponía que ya había egresado. Le dije a
un compañero que nos fuéramos en la misma micro para ir conversando, ya que teníamos
tiempo y no había mucho que hacer, pero al llegar al paradero mi sorpresa fue enorme al
verla llegar a donde estábamos a esperar la micro. En el acto despache a mi compañero
señalándola y diciéndole ‘Huevón ándate sólo porque esta mina está ahí y ahora me la
juego en la micro’. Loable fue la actitud de mi compañero que tomo la micro al instante y
me deseo suerte, pero nada. De nuevo los nervios, las manos transpiradas, la lengua
enredada, así que esperé a tomar la micro y ahí meterle conversación. En eso me llevé casi
15 minutos, acordándome de mis compañeros ‘No le preguntís donde estudia si hasta en el
casino te la hay topado’, ‘No le digai que si toma la misma micro, si pasai mirándola poh
huevón’ y otra serie de consejos llenos de sabiduría. En fin justo cuando me encontraba
imbuido en esos pensamientos veo venir ‘la gran caja amarilla’, decido que es mejor que la
haga parar ella ya que a mi no me pararía por lo regular, pero no, enfiló tercera fila y pasó
por detrás de las demás. Cuando ya me veía esperando media hora más ahí ‘ella’ se da
vuelta y se me queda mirando y hace un gesto con los hombros y con sus brazos como
diciéndome ‘Pucha lo siento no pude hacerla parar’ cuando volteo hacia atrás y la micro
paró un poco más allá. Sin pensarlo le hago una seña a ‘ella’ y me mira ahí abrí la boca y en
perfecto hebreo antiguo le digo mientras señalo la micro detenida momentáneamente
‘Ehhgg aahh di’. Un fiasco.



Menos mal que con la mano señalaba lo que iba a decir sino hubiera pensado que
sería una clase de burla o insulto en alguna lengua muerta. Corrimos hacia la ‘góndola’ yo
llegue primero porque estaba mas cerca y subí al tiro por si la micro comenzaba a moverse,
pago y veo que no hay asientos desocupados al tiempo que ‘ella’ sube por detrás (la puerta
cuando yo pasé estaba cerrada) nos cruzamos en el medio del pasillo y pienso para mí, que
no puedo tener mejor oportunidad así que me ubico cerca de la puerta trasera y ahí mismo
entrar a dialogar, cuando el destino nuevamente jugó en mi contra.
Una viejita se bajó justo a unos metros de haber avanzado, y claro como iba sentada
adelante esta mina se sentó ahí y yo el huevón de pie todo el camino atrás, porque estaba
tan sorprendido con lo que había visto que pensé ‘Nunca tan barsa pa’ decirle que me lleve
la mochila, porque capaz que me diga ¿y voh quien mierda soy? y haga un escándalo
porque llevaba meses mirándola pasar’ además igual me ponía en sus zapatos y es penca
que te sigan por hartos meses y etc.
Lo peor fue que tuve que seguir conformándome todo el 2002 y 2003 con lo mismo
puras migajas. Apenas si una mirada de casualidad ya que también tenía que mirar hacia
donde estaba yo para ver que el Fito estaba atrás mío y como coronando mi mala suerte una
mechona del año 2002 me dijo que el Fito era su amor platónico desde los 12 años que lo
conocía desde hace mucho tiempo y que era lo más mino que había visto en su vida. Eso no
sería problema si no estuviera con ella, ya que en palabras de un compañero de curso me
dijo que ella era más o menos no mas y que si el tipo ‘me decía upa yo chalupa no más’ ,
ahí si que quedé mal parado y bien cagado, si hasta para los heterosexuales el tipo tenía
facha, era casi un metrosexual local.
Como dicen la guerra terminó antes de ir al frente de combate. Pero algo raro
sucedió, alguien diría ‘Algunas cosas creemos que fueron modificadas por nosotros, pero
no vemos que es el destino lo que nos mueve’, vale decir todo sucede por un motivo en
particular.
Durante el 2002 y parte del 2003 Trabajo social se cambió de sede a Vidaurre y en
2004 sus alumnos hicieron una reunión libre donde hubo choripanes y bebidas, pero igual
el contrabando de jote y tintolio se movió muy duro entre los asistentes, lo que hizo que
varios compañeros asistiéramos a cotizar minas y tomar gratis. En eso se nos fue la tarde
entera cuando había que desalojar la sede porque el trato era hasta que llegaran los
vespertinos. Nos fuimos de ahí ‘armados hasta los dientes’ hasta el parque Almagro donde
se junta con el paseo Bulnes y ahí le dimos el bajo a lo que nos quedaba de tinto. Cuando
ya se hizo la hora de irnos enfilamos como pudimos hacia la Alameda, cuando el destino
por fin se puso a mi favor.
Mis compañeros decidieron ir a otro lado a continuar la juerga, debo confesar que
me sentí tentado a ir, pero al no tener mas dinero ni ganas, pues ya estaba medio mareado,
me fui directo al paradero. Serían cerca de las 20:00 horas cuando tomé la micro y me fui
sentado atrás en la parte ,que por el largo de mis piernas me voy solo ya que debo ir sentado
con las piernas abiertas ocupando asiento y medio, solo hasta que llegamos a Plaza Italia y
se suben tres personas, y yo medio curado no cache bien quiénes eran, apenas divisé dos
‘maestros de la contru’ y una mina bonita. Era ella. No lo podía creer, que estaba haciendo
aquí, daba lo mismo, me despabilé de sólo verla y observé que habían tres asientos
desocupados dos adelante y el del lado mío.



Los dos viejos se sentaron adelante y ella se fue de pie al lado de la puerta, yo
trataba de hacerle señas para decirle que le llevaba la mochila o si se quería ir sentada
porque no creía que cupiéramos juntos en el asiento. Hasta que miró hacia donde yo estaba
y se sentó al lado mío. Me quedé helado, no sabía que hacer, no estaba preparado para
abordarla así de golpe y porrazo, lo que me habían dicho mis compañeros se me había
olvidado, todo el plan de hablarle se me fue a las pailas.
Me decidí por la improvisación y ocupé el diálogo más básico de todos, el peor.
Preguntarle por la hora que era. La sentía tan cerca de mí que estaba peor que nunca, más
encima curado, me saque el personal estereo sin el más mínimo disimulo y lo guardé en mi
mochila, tragué saliva y le pregunta la hora, ‘no tengo’ me dijo la quedé mirando y con el
descaro de un ladrón le dije ‘A ti yo te ubico de la UTEM, no?’ me dijo lo mismo y para mi
mayor sorpresa me dijo ‘Tu no eres de Cartografía?’ . Me sentí en la gloria del Olimpo, me
conocía, pero había que actuar rápido e inteligente, estas oportunidades no se dan dos veces
en la vida, así que me presenté y ella salió de su anonimato de casi cuatro años para mí.
Francisca. Efectivamente estudia Arquitectura, este año tal vez sea el último de ella, noté
que igual hacia una distancia hacia mi persona, claro está no todos los días alguien
desconocido te produce un diálogo en la micro ni menos pasado a cerveza.
En eso estaba imbuido de ella, para mí no existía nadie más que nosotros dos, que
importaba que tuviera novio y que yo no halla sido nadie más para Francisca, pero para mí
eso fue lo mejor en mucho tiempo, aunque debo reparar en que empecé a sentir un olor raro
que no era el mío producto del vino, no era otro, noté que llevaba algo envuelto en su
chaqueta, cuando le pregunté me dijo que era una cerveza que se trajo del parque
metropolitano que por eso tomó la micro ahí, ya que fueron a tomar y comer con los de su
carrera. Pero no era eso lo que yo sentía, era otra cosa, agregó además que cuando bajó del
parque les dio hambre junto a unos compañeros de curso y se comió una empanada de pino.
Ahí estaba la cosa. Linda parejita, yo hediondo a jote y choripanes y ella a cerveza y
empanadas de pino, cuando llegó el momento en que tenía que bajarse se despidió con un
beso y ahí no supe más hasta el lunes.
Me encontraba afuera de mi carrera conversando con unos compañeros de curso
cuando uno de ellos la vio de lejos, me hicieron señas y yo tranquilo listo para la sorpresa.
Cuando paso a mi lado nos miramos y nos saludamos ante la sorpresa de mis compañeros
que la veían como ella seguía caminando hacia Arquitectura y yo como si nada fuera de lo
normal hubiera pasado. Me llovieron a preguntas de cómo lo había hecho, les conté la
historia, pero en ese momento me acordé de algo, lo único que yo quería saber era su
nombre y lo logré. Me demoré claro está casi cuatro años pero eso quedará como anécdota,
de que no existe la planificación en estos casos, las cosas simplemente se dan y punto.
En fin. Les digo que si quieren saber algo más, no hay nada más que decir, ya no
somos dos desconocidos sino, amigos de la micro, que nos saludamos cada vez que nos
vemos y que la vida continua mientras yo sigo tomando siempre la misma micro con la
esperanza de que ella se suba y me encante aunque sea solo por el viaje con sus ojos
almendra y su cara de niña triste, si piensan que esto fue tonto entonces debieron haber
dejado de leer hace rato, si no eres de las personas que gusta de las cosas simples, como
dije al principio esta nos es una gran historia es sólo mi historia....