- ¿No le da vergüenza? Todos están acabando.
- Es bastante fácil, hasta un niño lo haría medianamente bien.
- Solo son cuatro posibles respuestas por pregunta, en el peor de los casos, apele a la suerte.
- No creo que sea tan difícil contestar a un sencillo cuestionario
- Está sudando. ¿Nervioso no? Se ve ridículo... se siente el centro de atención...
- Tampoco es que la materia sea de especial enredo
- ¿Tiene nietos ya? Seguro que lo contestarían con facilidad
- Se nota que no tiene usted demasiados estudios... seguramente le echa la culpa al sistema...
- No tiemble, no se ponga nervioso. ¿Quiere un vaso de agua?
- Ande, seguro que sabe contestar algunas, empiece por las más fáciles.
- Me está decepcionando. Debería haberse aplicado más en su juventud.
- Bueno, ya veo que lo dejará en blanco; en el fondo no es mejor que éstos jóvenes de ahora... un maldito snob. No tiene ningún amor propio.
- Debería de haberse preparado, no será usted en la vida más que lo que es; un meapilas; ¿le da igual no?... usted mientras cobre a fin de mes...
- Quizás cree usted que aquí aprobamos a cualquiera… va listo. Maldito bastardo. No es distinto de toda esa caterva de “progres”.
- Al menos que le sirva de lección; izquierdoso de mierda.
- Otra vez, se lo piensa usted dos veces antes de introducirse en un aula sin saber que están haciendo dentro… Ni se le ocurra abrir la boca; ya he escuchado bastante... excusas... sabelotodo, mendrugo, cabezahueca...
-
- Deje el cuestionario en la mesa, cierre la puerta y que no le vuelva a ver por aquí… o le hago desarrollar un tema.
- Ahhh, su hijo hizo un buen examen... si es que es su hijo, lo dudo bastante...