Hijos del placer,
de un sentimiento
con fecha de caducidad,
y ahora miradas
que no saben que hacer
si la distancia es una derrota
y el tiempo un saber hacer.
Hijos del delirio,
de un sentimiento
esquivo y repentino,
garras afiladas al anochecer,
movimientos repentinos,
ojos clavados en otros ojos
y unos labios que no cesan de arder
Y vivamos una historia
aunque ya haya acabado,
pensemos que el reencuentro
quizás sea como pensamos
y mientras tanto
por aqui todo ira igual.
Texto agregado el 06-11-2004, y leído por 138
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Lectores Opinan
08-11-2004
tocado y hundido!!!
ya sabes ermano todo lo q opino dirty_prince
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