Tulio:
Historia de un pequeño prócer
Primera misión
Aclaración:
Cualquier semejanza con la realidad: pura coincidencia...
Pobre Tulio… que desgracia haber nacido enano.
¡Que digo!:…mínimo.
Quien sabe porque la madre naturaleza se ensañó con el. No hay nadie en el mundo mas chiquito que el.
Creo que se encontró un ejemplar de homo enaniensis, congelado, por supuesto, en las estepas rusas, siempre aparecen por ahí, nunca por aquí.
Pero bueno, para que vamos a explayarnos mas acerca de las posibles raíces de este ser tan extraño como fascinante.
Yo le hubiese puesto enanus facinantis, pero claro yo no soy un científico descubridor de homínido alguno, sino mas bien un linyera bonaerense amigo de Tulito.
Ustedes no pueden entender a estas alturas, sobre la vida de Tulito, pero yo algo entiendo de sus mañas, porque se de la vida de el desde chiquito. Bueno, es una manera de decir.
Cuando nació Tulito, el medico que atendió el parto casi se muere.
Resulta que el pibe era un siamés. Si siamés, (así lo defino yo), porque cuando nació, vino pegado del pelo del hermano, de un rulo, si. El medico que asistía el parto pensó que era una malformación, pero cuando lo separaron de los pelos y lo tiraron a la bandeja del instrumental, el tipo pego su primer llanto, y casi todos se mueren del susto.
El doctor miraba atónito el espectáculo. ¿Se imaginan que susto?, casi descuidan al hermano mayor.
Lo cierto es que tulio media 3.7 centímetros y pesaba 8 gramos y medio. Pero era perfecto, no tenía ninguna deformación, ¡ojo al piojo!
Tulito, pobre, no pudo estudiar, pero como era inteligente Norma la mama le enseñó a leer, y leía los libros de juguete de las muñecas o los mini diccionarios Leru.
Y así fue convirtiéndose en un hombre de letras… chiquitas, pero letras al fin.
Pero el problema más grande de Tulio fue la comunicación. Tulio tiene la voz idéntica a la de Chirolita, pero cuesta un poco escucharlo, bueno digamos que no se lo escucha un carajo.
Pero el tiempo la tecnología y su trabajo, le permitieron que el mundo entero lo escuche. Porque ustedes no tienen idea del trabajo de Tulio: Tulio es espía secreto. Si, sus cualidades de “ser invisible” le llevaron al mundo del espionaje.
No voy a entrar en detalles, pero Tulito fue descubierto por un gran actor argentino que por supuesto era espía.
Si, si, él lo introdujo.
Si, en botellas, relojes, cajas, y hasta mujeres. Tulito tuvo una vida de suma importancia para los argentinos, y eso que nosotros no lo conocemos (claro, otros y yo, tenemos el honor de conocerlo).
Tulito empezó su gran hazaña en la época del General Rocatorta.
El gobierno de Rocatorta se caracterizo por sus delirios de grandeza. Quiso invadir Chile y para ello movilizo al pueblo paraguayo en contra del chileno, un disparate sin igual. Fue en este momento de la historia en que Tulito tiene su primer salto al cuadro de los hombres importantes de la historia argentina.
Rocatorta lo envía a Asunción con la famosa actriz Sara Villanegra a una fiesta en la Embajada Chilena en Paraguay, su objetivo: grabar la conversación entre Sarita y el embajador chileno en Paraguay. Ella llevaba mucho tiempo ya seduciendo a Ruecas.
Villanegra tenía la misión de llevarse a la cama a Ruecas y Tulito de escuchar todo lo que pasara.
Pero todavía no salimos de Buenos Aires, hay mucho por contar en todo el camino.
Recuerdo que Tulito me contó en su momento, que cuando llegaron a las oficinas del Jefe de la Secretaría de Inteligencia, el tipo le explicó a él, que Villanegra estaba bastante vigilada porque todos sabían de su relación con el gobierno argentino y con el embajador chileno, así que le propuso viajar en una cigarrera de plata que tenía la diva, pero Tulito manifestó que lo primero que buscarían es en la cartera y lo encontrarían. Buscaron infinidad de lugares y luego de seis horas decidieron que viajaría pegado al botón del sujetador del portaligas de la mujer.
Una operación riesgosa, pero nunca lo buscarían ahí…
El problema es que la diva estaba un poco gruesa de piernas y en un salto del auto que los llevaba se desprendió el portaligas y Tulito fue despedido con una furia infinita hacia el interior, para quedarse enganchado en el encaje de la bombacha de la Villanegra, así que viajó en la ingle de la diva desde Entre Ríos (eso suponen los cálculos), hasta Asunción.
Ustedes pensaran: mmm… ¡que viaje!, pero el pobre Tulito quedo atrapado boca abajo en unas cuerdas elásticas como de cuadrilátero, en un sudadero de carne, y de vez en cuando peinado a causa de las estruendosas corrientes de aire que generaba la diva desde su partes traseras!
Y todo esto por el bien de Argentina…
Tulito la increpó por ello, pero la diva atino a decir que bueno: que cuando se ponía nerviosa ocurrían estos hechos desgraciados.
Ella era media sorda. Eso jugaba en contra a la hora de establecer contacto con Tulito.
Pero el problema mas importante a resolver, era pensar donde iba a ponerse tulito para su misión primaria: llegaron a la conclusión después de algunas horas de que iría pegado al rulo que se formaba 10 centímetros arriba de la oreja izquierda de la señora, de manera tal que pudiera escuchar los secretos que Rueca pudiere decir al oído de la diva. Para ello, Tulito se puso una gomita alrededor de su cintura varias veces, y, entre la banda y su cuerpo iría un mechón de la diva. Así se decidió.
Una vez comenzada la misión: ¿¡QUE NO PASO!?
Voy a contar solo unos pocos momentos, porque sino debería armar un relato en tomos.
Veamos: ¿Cuál era el arma que llevaba Tulito? Solo una micro birome, para lo cual se le armó una cartuchera sobre la parte exterior del brazo izquierdo.
¿De que color era el traje de Tulito? Obviamente negro. Parecía una bailarina de baile clásico.
Tulito pobre tuvo que aguantar en el medio de la fiesta, un sin número de saludos a la diva, y por supuesto otro sin número de invitaciones fatales, sin entrar a considerar olores, sudores, y otras particularidades típicas de las fiestas y las personas.
El pobre pensó que la cosa sería facilísima, pero las circunstancias se ocuparon de demostrar lo contrario.
La comida se desarrolló como era de esperar en un ambiente agradable, por supuesto que los platos servidos fueron exquisitos, claro, para los comensales, no para los observadores como Tulito, que cuando se acercó Ruecas por vez primera a la Villanegra a decirle al oído que se estaban estimulando todos sus sentidos, Tulito observó que el “sentido del aliento” de embajador le hacia llorar los ojos, CLARO, EL MALPARIDO HABIA COMIDO OSTRAS CON AJO A RAJARSE EL BONETE!
Tulito no paraba de llorar (por el ajo) y en una de esas cuando el embajador se acercó de vuelta, una gota mojó la nariz del tipo.
El vio la exclamación de los ojos del embajador que no sabía si la gota había caído del techo o si la señora sudaba como una yegua.
Claro que Tulito transpiraba también como un chancho, porque estar literalmente TAPADO con el rulo de la Villanegra no era cosa fácil ¡che!
Tulito no era un tipo de paciencia, así que eso le jugaba en contra. El embajador se tardaba y le hablaba al oído todo el tiempo y Tulito se lo tenia que aguantar. Tanto que aguantó que se pudrió: y ¡ay! Para que, el tipo se acercó a la Villanegra y Tulito le soltó un: ¡dale pelotudo ¿que haces?: llevala a la pieza!
El embajador se separó del oído de la mujer mirándola con los ojos desorbitados y la mujer le preguntó que le pasaba y el casi aterrorizado le dijo: ¡no es nada mi linda, solo es mi conciencia que me habló desde lo profundo!.
La Villanegra ni por asomo se imaginó que jugada le prepararía la conciencia del embajador.
Más tarde en los aposentos privados del tipo, la señora se preparaba para asestar el golpe maestro y Tulito la observaba al espejo, desde el rulito del pelo, cuando se cambiaba. Pensó que si se caía al traste de la señora moriría ahogado de transpiración.
Ya en la cama, la señora se acordó del pobre Tulito que se encontraba sobre el costado izquierdo así que como pudo se recostó sobre el sector derecho de la cama.
El embajador balbuceo alguna asquerosidad al oído de la Villanegra y empezó a pasarle la lengua por la oreja. La diva empezó a revolucionar y con ella en su pelo: Tulito.
El pobre iba y venía atado al rulito de la voluptuosa escuchando algo así como alientos y suspiros. El se tomaba muy en serio su trabajo, no importaba si era en medio de una sesión amorosa, así aguantaba todo lo que podía. En eso, el embajador empezó a salirse de la oreja hacia los rulos superiores. Tulito primero divisó lo que el describió como la frente ancha, luego unas cejas que parecían escobillones, en eso empezó a ponerse espesa la cosa y Tulito reaccionó diciéndole al embajador: ¡El lóbulo paparulo, mordele el lóbulo!
El tipo pego un salto en la cama como si lo hubiera picado un escorpión, la diva le pregunto que había pasado y el volvió con el cuentito de la conciencia, la tipa no sabía que decir, y Tulito pensó: así que soy tu conciencia, ¡jejeje! vas a ver ahora...
El embajador hizo caso y empezó a jugar con el lóbulo mientras balbuceó a la diva: -eres mi amor, no se que haré si me nombran presidente aquí en Paraguay, te quiero cerca de mí todo el tiempo - , a lo que ella contestó: -como presidente ¿cuándo? , mientras jugaba con los únicos pelos del tipo: los del pecho.
- Será para mediados de Octubre mi linda 16 de octubre, balbuceó el pelado mientras subía por encima de la oreja.
Tulito le gritaba ¡Gil! ¡aca NO!, ¡volve al cuello!. El embajador hacía lo que la conciencia le dictaba, le costaba un poquito porque la situación no daba para besuquear solo el cuello.
En eso se le monto a la Villanegra y la señora se acomodó de manera tal que Tulito quedó aprisionado entre el rulo y la almohada. Comenzaron a hacer el amor y conforme se sucedían los acontecimientos, el embajador le contaba sus planes en la oreja a la señora y Tulito tomaba nota en el medio del vaivén. Hubo un momento de suerte que el pelado se acerco a Tulito y este aprovecho y le dijo: ¡Sacala a la gorda de esta postura, CARA DE MORSA!
!Uy!, para que habrá dicho eso...
Ruecas sentó a la Villanegra en la cama y le hizo el amor sentada, pero con la mala suerte (para Tulito) que agarró del pelo a la diva, justo a unos milímetros del pequeño Tulito.
La modelo deliraba a esa alturas y ni se acordó de su espía, el pobre recibió unas cuantas trompadas de dedo, mientras el pelado la movía.
Tulito quería bajarse del tren en el que se encontraba, temía realmente por su vida. Ya había recogido, si es que se puede utilizar el término, toda la información que necesitaba.
Cuando el embajador se acercó de vuelta hacia la oreja, Tulito, que estaba harto de todo, le rajó a mano abierta: ¡PELADO HIJO DE PUTA Y LA PUTA MADRE QUE TE REPARIO!
El tipo quedó como congelado unas décimas de segundo, freno toda actividad y luego y exclamó furioso: ¡ASI NO LO PUEDO HACER MI LINDA!...
¡AY! mi cielo ¿que pasa? Exclamó la Villanegra; ¿que son esas palabras?!
- ¡ES QUE MI CONCIENCIA NO ME DEJA HACER EL AMOR!, Discúlpame por el exabrupto.
- No hay nada que disculpar, yo iré a arreglarme al baño unos segundos…
Demás esta decir que Tulito se bajó del pelo en el baño, finalizando así su primer misión con éxito. Ya en Argentina, se decidió un futuro plan con destinos y misiones para este personaje tan decisivo en nuestras vidas.
He dado aquí, los primeros datos inéditos de este prócer desconocido de la historia argentina.
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