El equipo del Replay

No podrian haber dudas ni equivocaciones, su oficio era muy complicado para que eso ocurriera. En la cancha de al lado mientras una multitud gritaba y cantaba en las tribunas donde se jugaba el partido, ellos lo veian todo. Era un equipo unico, y viajaba por todo el pais y por todos los campos de juego.
La perfeccion era el unico requisito que se les pedia y como si fuera poco, debian tener una memoria prodigiosa.
Luego de cada jugada peligrosa ellos debian representarla para la gente que por descuido, (por que frente a ellos paso el cocacolero, etc.) o por otras razones no habian visto la accion en cuestion.
Los llamaban el equipo del Replay, y eran muy queridos en el ambiente futbolero por su esfuerzo y dedicacion. Era el equipo menos insultado de todo el campeonato. Nadie encontraba la razon para maldecir a 22 actores que usaban todas las camisetas y que eran por igual, arqueros, defensores, laterales, enganches, centro foward, marcadores de punta o zagueros, según la exigencia de la representacion que tuvieran que interpretar.
Asi, muchos guiones pasaron por sus ojos y cada vez eran mas precisos en lo que hacian. Un dia, el multifacetico Ricardo “el camaleon” Lagorio, lider del equipo del replay, se retiro del equipo por las razones que tienen todas las personas que pasan su vida viajando detrás de un oficio o profesion: su familia. Se comenta que su mujer, habia amenazado con quemarle la camiseta con la que en Mexico 86 represento el mejor gol de la historia de los mundiales y la conocida mano de dios para ganarle a Inglaterra.
Fue asi que en diciembre de 1989 a meses de la asuncion de un nuevo presidente, caudillo Riojano y carismatico lider de algodón, asumio el liderazgo del equipo del Replay, Marcelito Oyarzun, tambien llamado “el magnanimo” por su interpretacion de un gol de chilena en la despedida de Rolando Gutierrez, el maximo anotador de Racing de Pico Truncado (con tres goles en su carrera), cuando este jugador hizo un gol con la espalda despues de un despeje de un defensor contrario. En la conferencia de prensa en el hotel Crisan dijo que el representó lo que vio aunque la jugada fue muy confusa. Un regalo del gran actor para los fanaticos y para el homenajeado principalmente.
Con la conduccion de este actor, el equipo del replay fue cambiando su esencia, y de pronto se vio haciendo mas espectaculares los goles, que a veces eran timidos penales, conversiones de rebote, interminables carambolas en el area chica y hasta goles en contra.
Esta actitud hizo que este grupo de actores tomara paulatinamente mas imporancia que el partido oficial y que de a poco la gente se juntara alrededor de la cancha alternativa y ni siquiera de reojo, observara a los encuentros de su equipo.
En junio de 1990 comenzaria el mundial de Italia y por razones de presupuesto, el equipo del Replay no pudo viajar hasta la vieja Europa. Lo que fue una gran alegria para los muchos seguidores de este gran conjunto, que tampoco podian arribar a ese pais, o que, por decision propia se habian quedado para ver las interpretaciones de esta maravillosa escuadra.
Clasificado para los octavos de final, despues de una zona medianamente tranquila, aunque cayeron en el partido debut contra Camerun, el que fue representado por el equipo del Replay en la cancha de Alumni. Aun con muchas esperanzas pero con un gusto amargo, esto hizo que el gol no sea ni parecido y que el que lo tuvo que representar pidiera perdon a toda la concurrencia y hasta derramara una que otra lagrima.
Se sufrio mucho en las definiciones por penales con Yugoslavia e Italia pero Goycoechea fue exelentemente representado en su accion en estos dos partidos por el Turco Galisomi, guardametas historico del grupo de actores que se dijo, que festejó tanto los penales atajados que faltaron algunas conversiones del equipo argentino desde los doce metros.
Se disfruto la contundente victoria frente Brasil haciendo una gran caravana por todo el barrio de San Martin porque este partido por su gran concurrencia debio representarse en la cancha de Chacarita Jrs. Donde hubo algunos incidentes ya que los directivos habian ordenado a algunos cadetes que las pelotas que se vayan a la tribuna se debian guardar para el club que andaba en mala situacion economica, la reaccion del publico aficionado no fue del todo buena, pero todo quedo en segundo plano por el gran gol que convirtio “El Ruso” Pellegrini, copiando al “Pajaro”, en su definicion al segundo palo de Tafarel, para algria de todos los argentinos; en Italia, en sus casas y en la cancha de San Martin.
Habia llegado la final y era nuevamente contra Alemania. El partido se jugaria en Italia y el equipo estaba precalentando en la cancha de Sarandi y calculaban nuevamente una gran concurrencia que luego se hizo efectiva.
El equipo del Replay salio a la cancha, se escucharon los himnos de los dos paises, pero mientras por los megafonos se escuchaba el de Alemania la concurrencia no hacia mas que chiflar e insultar al cielo, cosa que se debe haber sentido en Italia, por los rostros de miedo que se veia en la escuadra Germana en el pequeño televisor que habia en uno de los laterales de la media cancha, colocado escepcionalmente para que los actores sepan como debian representar el partido con presicion para el gran publico que habia ido en su mayoria en tren hasta el campo de juego y que se merecia la mejor función de la historia.
El Referi Codesal arroja la moneda por el aire...salio seca!!!
El partido comienza en Italia y seguidamente en Sarandi. De las tribunas bajaban todo tipo de alientos y se cantaba a coro entre los modestos tablones de Argentina y las pomposas butacas de Roma el clasico de los partidos de la Selección: “Ar-gen-ti-na, Ar-gen-ti-na...” y el “Vamo´, Vamo´, Argentina, Vamo´ Vamo´ a ganar, que esta hinchada quilombera, no te deja, no te deja de alentar...”
Se escucho un “Uuuuuuuuuuuuhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh” despues de un tiro cruzado del mas grande numero 10 desde afuera del area grande cerca del vertice derecho. Nuevamente se entonaron los cantitos anteriores y otros mas elaborados ensayados por muchos grupitos en los dias precedentes al partido, que se iban contagiando de a poco a toda la hinchada.
Tras una caida de un jugador aleman en el area de Argentina los dos arbitros, separados uno y otro por miles de kilometros, cobraron un penal que no existio. De la tribuna se escuchaban todos los insultos que jamás se escucharon en una representación del equipo del replay. Discutian con el arbitro de Sarandi todos los jugadores argentinos. Los alemanes tambien. En Italia solo los Argentinos.
Hasta que desde el fondo y luciendo una camiseta Alemana con el numero 3, caminaba lentamente hacia el arco del “Turco” Galisomi, “el aleman” Lutz, que era el unico extranjero ademas del “tano” Badaloni en el equipo del Replay. El aleman agarro la perlota y la puso en el punto del penal y sus compañeros de ambos equipos lo miraron aterrados. El arbitro de Sarandi dio la orden al mismo tiempo que Codezal. Y un solo Grito se escucho en Roma y Argentina cuando Brehme y el “aleman” Lutz le pegaron a la pelota por arriba del travesaño.
Y se repitio la historia del 86. Pero esta vez por penales.