ganaste, ganamos caminamos nuevamente rumbo a la hermandad,
lavadas las heridas,
ya no hay sangre, solo sollosos.
el cansancio tras los años despertaron el olvido.
algunos, ya han ido en busca de las voces subterraneas que el pasado se olvido de encontrar.
luego de esto, un abrazo entre las flores y el viento dejamos que se tejiera la vida.
es cierto, estan ahi, solo hace falta mirar, observar y descubrir que en la luz que atravieza la araucaria,
en las nuves seduciadas por el viento,
en la gota de rocio apunto de caer de la tela de la araña,
esta la vida, los recuerdos, los gritos que nos piden recordar.