· Asi es la vida tio, dijo ella; con su peculiar acento que me habia cautivado; realmente no recuerdo de que estabamos hablando, talvez seria porque estaba mas interesado en su mirada, aquella mirada con un poco de tristeza reflejada, pero aun asi con una tranquilidad completa, que quizas no tenia porque estar inundada de ese sentimiento, y que con algun comentario o alguna tontería podian explotar en una sonrisa y mostrarme sus hermosos ojos.
· El sonido de sus palabras rompieron un silencio, poco incomodo, que se habia presentado de repente, “¿...que extraño es, no...?”; “ ¿qué? “, conteste con curiosidad por su comentario, “... que conozcas a alguien que nunca mas vas a volver a ver...”; tenia razon; no en que fuese extraña esa situación, si no en que no nos volveríamos a ver y eso, no se si le dolio tanto como a mi, quizas ni se dio cuenta de lo que estaba pasando.
· El corazon empezo a latir como loco, sentia golpes en el pecho como si quisiese salir; al otro dia supe que eran las tres de la mañana y que a ella y a nuestra amiga se les habia ocurrido levantarnos de un susto de nuestro profundo sueño.
Lo que ellas no sabian es que eso es lo peor que me podian hacer; solo me quede ahí, acurrucado al borde de la cama oyendo su risa con un enojo clavado y sin poder dejarlo salir, pues, “ mi niña” me habia jugado una broma.
· Platicábamos sobre lo sucedido la noche anterior y planeábamos cual mala seria nuestra venganza, cuando de repente ella hizo un comentario que, puedo asegurar, me cambio la cara de una forma, ademas de obvia, total; “...hoy es mi ultima noche aquí, asi que...”. Algun dia, llegaria este dia ¿no?, pero creo que nunca lo habia visto tan cerca, ya me habia acostumbrado a su voz por la mañana, a su risa un poco timida por la tarde, en el descanso y a su mirada cansada por la noche, no supe que decir, aunque talvez no tenia nada que decir y asi fue, me quede en silencio, solo pensando...pensando en ella.
· “ no quiero irme, yo tampoco quiero, ¿que no quieres?, que te vayas “
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