El presidente de la fundación con su tasa de café Tur-Bus recibe un fax, el fax está malo, está mas lento, extremadamente lento, y emite un permanente agónico aullido-chirrido a burro moribundo en celo.

El papel se demora tres horas en salir de la máquina negra ante la atenta mirada del Presidente de la Fundación que lo espera en su eterno terno nuevo apoyado en un muro, reposa bajo un calendario de neumáticos, el calendario llevaba 17 años de inutilidad, a la gente de la oficina le da lata sacarlo, lo quieren demasiado, le agarraron cariño con el tiempo y se acostumbraron a estar siempre en 1987. Mantienen los cortes de pelo.

Ese sonido hacía tiritar las rodillas, ese detestable fax, maquina del demonio, mientras procesa, todo se vuelve odiable, la salida de la hoja se hace eterna, como la lengua de un canguro. Una espera infinita, dolorosa espera me marea.

Mala suerte: el papel sale en blanco.

El presidente de la fundación furioso destruye el fax con el computador, y cuando se percata que con este acto ha destruido también el computador se deprime mucho, había sido tan caro, ...la verdad era robado, él mismo se lo había robado a la oficina de al frente el fin de semana pasado, pero valió cierto gasto de energía, eso era cierto, y había salido tan caro, para su ex dueño, que le pesaba al Presidente de la Fundación como si el mismo hubiese hecho el cheque. Cheque hijo de puta no me dejes solo.

El presidente angustiado sale a fumar un cigarro imaginario al pasillo, fumar de verdad hace mal para los pulmones. Espera que todo se arregle para cuando vuelva a entrar por esa puerta, el pasillo está frío, a esta hora no hay gente pobre que haga el aseo, miren esa baldosa esperando ser pulida, el calcio de los huesos, el agua del calcio, calcio al agua, al rato decide volver a su oficina, al cruzar la puerta el fax y el computador están impecables, y en diseños más sofisticados. –Soy una persona sofisticada- dice el papel.

Sale en busca de mas café, hay que seguir trabajando, el lucro me llama.
Solo soy esto, lucro que me llama.