!El panteón de mi pueblo es mágico!
La civilización lo partió en dos, pues hicieron la carretera y ahora tenemos dos panteones, el de la izquierda, y... el de la derecha, dependiendo del camino que vengas, pero en la noche de muertos se vuelve uno nuevamente, con tanto vivo, en medio de los muertos.
Parece que estuviera ahí, recuerdo el olor de las flores y las velas y me llevan a la infancia, cuando poníamos el altar para nuestro único muerto, mi hermano...
Flores, velas, juguetes, galletas y un vaso con leche...
Hoy, mi altar ha crecido con 3 tazas de café, un paquete de cigarros y una botella de wisky, las fotos de mis abuelos, mi escritor favorito y las croquetas de mi gato max.
No estoy triste por mis muertos, aunque siempre los extraño... pero extraño mas a mi pueblo y sus coloridas y alegres tradiciones...
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