Con condones con sabor a fresa comenzó nuestro desencuentro, aquellos malditos condones que te regalé por San Valentín del último año. Yo iluso de mí, te quería con la amplia locura del que aún no ha sufrido, te tenía cada día y te soñaba casi todas las noches, algunas he de reconocerlo no soñaba contigo. Pero era es el principio y el final de todo, más tarde sólo fuiste el fin y todo por culpa de aquellos condones de fresa.No es que el sexo contigo fuese malo, no es que no me gustara revolcarme en tu sudor y aspirarte ampliamente. No, no era eso, eran muchas otras cosas: era la confianza, las ganas de todo, la lascivia propia del género humano y porque no decirlo, el egoísmo de disfrutar de lo prohibido. Pero tú no querías sexo oral, ni recibirlo ni de ida y vuelta. Ni practicarlo, ni verlo en la televisión siquiera. Decías que te daba asco, que te daban arcadas solo de pensar en mi falo en tu boca, que jamás accederías a semejante vejadez y no querías tampoco verme a mí con la cabeza hundida en el bosque de tus piernas. Y a cada negativa tuya, yo más excitado estaba con la idea de conseguirlo alguna vez, de lograr convencerte mientras te distrajeses en el fragor de la batalla de nuestros cuerpos desnudos. Pero no, nunca conseguí que el placer te nublara la consciencia y siempre me esquivabas con un movimiento sutil, pero a la vez firme y amenazante. Por eso se me ocurrió la idea de los condones de fresa, estúpida, estúpida idea. Jamás en mi vida cometí un error tan grave. Recuerdo perfectamente la cara que pusiste al romper el envoltorio del regalo, fue una mezcla de desilusión, asco y algo tan fuerte que supe que era el principio del fin.- !Que te la chupe tu madre¡ - Gritaste mientras me lanzabas la caja de condones a la cabeza y no, mi madre no, pero si busque pronto quien lo hiciera y todo paso a ser historia.Te preguntaras a que diablos responden ahora estas letras, por que remuevo lo que ya fue después de tanto tiempo. Pues si, voy a ser cruel y te lo voy a decir por todo lo que me hiciste, o mejor dicho, por todo lo que no me hiciste.Esta noche, mientras me tomaba la última caña del último bar, no creas que andaba borracho, sabes que nunca lo estoy del todo. Pues estaba hablando con Pedro de mil tonterías y de ninguna, cuando oí mencionar tu nombre entre un grupo de niñatos de los que viven en la urbanización del Parque Sur, seguro que tu sabes de quien hablo. Y no pienses que hablaban de otra porque tu eres la única Graciela del barrio, por no decir de la ciudad. Oí tu nombre y por curiosidad o morbo, presté atención a lo que comentaban entre risotadas y cañas. Estaban haciendo una clasificación a las chicas según su mejor o peor trato con el miembro masculino y cual fue mi sorpresa al descubrir que tu quedabas la última... DE LA LISTA DE TODOS. No podía dar crédito a mis oídos cuando se pusieron a comentar tu falta de tino al agarrarles su miembro y desgraciada perdida de ritmo con la boca justo en el momento en el que alcanzaban el orgasmo,Ha sido una desilusión para mí, ya no tanto por el hecho en si, claro que me jode que en los tres años que fuimos del otro no me dieses el gusto de chuparmela y ahora vayas regalando tu lengua por una migaja de cariño, pero lo que más me molesta es que si tú no hubieses sido tan estrecha, yo podría haberte enseñado y ahora serías la primera de todas las listas.