Oscuridad, si oscuridad, me asfixio solo en pensar que ya estoy muerto. Nunca me lloraron, no es que me importe, pero me hubiese gustado que alguien sintiese algo por mi partida, aún que fuese odio pero algo.

Mis recuerdos abarcan mas que una niñez común y corriente, son más fuertes que eso, pasa desde mi vida pasado de escritor frustrado, a ser un padre prodigioso, a veces trato de auto convencerme de que esto paso. Pero no puedo.

Desde mi memoria palpitante, aún después de estar ya 20 años en un “lugar mejor” (ánfora de plata del tres por tres sin luz ni un buen libro), me pregunto por qué esta vez no reencarne, por qué. Será por un error de algo más poderoso que yo o simplemente porque se me agotaron las cartas para jugar y nunca las supe aprovechar... ya han pasado 20 años y todavía creen que yo puedo ayudarles en algo, en cierta medida es un tanto irrisorio, que conversen conmigo, no digo que me desagrade, solo digo que es gracioso, desde charlas cotidianas como: “Buenos días” hasta prendidas de velas para curar enfermedades porque el amigo de un amigo se curo hablándome, si nunca ayude a alguien vivo por que lo haría muerto, no sé por que piensan eso.

Seré yo el indicado para decidir el bienestar de estas personas que tarde o temprano terminarán igual o peor que yo... peor que yo no lo sé, yo estoy (aparte de muerto, cremado y a mí nadie me pregunto) tendré ese poder de escuchar o solo represento a aquel amigo que quisieron tener, pero nunca pudieron por ser ellos mismos o solo por que la vida injusta como ella sola no les presento esas opciones.

20 años, 20 años... maldición el tiempo pasa volando cuando uno esta muerto. Créanlo o no eso que uno lee cotidianamente de los viajes astrales es una farsa, un toque de auto sugestión y un poco de credulidad frente al famoso misterio de la vida... o acaso por que creen que a los faraones los enterraban con sus joyas y tesoros más sirvientes y unas mujeres... era solo para que no se aburrieran, tal como cuando te pasan una revista en un avión o coges un periódico para ir al urinario es así de sencillo, estoy muy aburrido que no daría por un buen libro, un cigarrillo (suena bastante paradójico lo del cigarrillo ya que estoy cremado y que morí de cáncer al pulmón) o una mujer para hacerme compañía, que esperaban, estoy muerto, pero en algún momento de mi existencia viví mi vida como todo un personaje. Mis manos amasando un cigarrillo, mis ojos fijos en mi conquista, mi postura de gabardina negra y anteojos de lectura simulando concentración en la vitrina que daba frente a aquel café del barrio Brasil, central de la bohemia y la vida de una persona como yo que nunca se preocupo de conocer más que su propio país y no la tan proclamada cultura extranjera.

Miren hay llega una persona para charlar, si, si viene para acá... pffff, no era aquí. Creo que me acostumbre a escuchar los problemas de la gente, creo que al fin me encontré con algo importante en mi vida, talves esto ayude a mi redención de espíritu y me dejen escoger otra vez una carta para seguir jugando y volver a mis raíces mi propio barrio bohemio, mi propio café, mi gabardina y mi cigarrillo encendido. Sueño con que llegue aquel día en volver a caminar, besar, de enamorarme... llevo 20 años soñando y es lo único que me va quedando, soñar.