Detengo el tiempo perpetuando la lluvia
que moja también mi alma.
Tiñendo por siempre el cielo gris.
(Quiero) ocultarme tras la nube
que cubre tu horizonte.
Ser fuego del frío que invade
cada nuevo intento de olvido,
ser camino detrás de tu sombra,
recuerdo de un tiempo no vivido.
Grito y mi voz se vuelve eco;
de otra vida, de otro cuento
paisaje sin sol, ni arco iris
mudanzas de algo perdido.
Zeus no me mira
deshonra en sus ojos de rayo;
no me escucha
tampoco concede el olvido
a esa otra que me posee como laberinto;
me recorre, me encuentra,
me pierde y regresa.
Si pudiera mirarme en tu lluvia
fundirme en la gota que derrama,
cambiar mi nombre
convertirme en Nada
a donde miran tus ojos de tierra
bajo tu mano de sepultura
morir y renacer para ser siempre yo
ser siempre ella.