Yo amaba a Valery


Caía una tormenta con furia sobre está ciudad; parecía la forma correcta para que el hacedor de las cosas desahogara toda la rabia que le causaban, los que andaban preocupados en miles de otras cosas, que en aprovechar la vida que les había regalado.

Se escucharon unos golpes en la puerta, me puse de pie, di unos pasos buscando las llaves ¿Quién es? Pregunté lleno de miedo; "soy yo" contesto una moribunda voz; abrí la puerta, Valery entró con cuatro pasos lentos apoyada de mi hombro izquierdo.

Tenia una bata blanca empapada en sangre me abrazó y me preguntó al oído:
¿No me voy a ir al cielo verdad? ¡Claro que no! Le contesté sin pensarlo; sin embargo mis ojos se llenaron de lagrimas.

Desde que terminé mi relación sentimental con Valery mi tiempo transcurre lento y los días son grises y mal olientes; me hace falta su fragancia a campo, esa sonrisa pegajosa y sus chistes flojos que tanto me gustaban. Para que les miento, no la he olvidado, la extraño. Lo peor de toda esta historia era que ya no podía acercármele no tanto por el acuerdo que teníamos en la policía por haberle dado en la jeta a ese hijo de puta que anda ahora con ella, si no por el acuerdo que habíamos hecho los dos de dejarla intentar ser feliz con otra persona ya que mi angustia no dejó que los dos fuéramos felices.

Una mañana irrumpió la poca tranquilidad de la que contaba mi alma una llamada de ella, en su voz se podía detectar desesperanza y tristeza, me dijo: que necesitaba hablar conmigo que si nos podíamos ver en la panadería que queda diagonal al Teresa; Esa llamada desesperó todos mis sentidos ¡monte tantas películas en mi cabeza! …Ni se imagina.

Mientras caminaba hacia el lugar que acordamos la respiración se me hacía cada vez más gruesa y lenta, trataba de caminar lo más rápido posible pero mis pasos se hacían cada vez más cortos; miraba a todos los lados buscando la respuesta a tantas preguntas; ¡la verdad era que esa vieja me inestabilizaba!

Cuando llegué ella me estaba esperando. Cada vez que la miraba le veía algo diferente, su sonrisa había sido remplazada por una dulce tristeza, el cabello mas corto y pintado, ojerosa y los ojos hundidos, su piel estaba más seca, ese brillo de los ojos se le había perdido; no la seguí mirando porque me dio miedo descubrir que ella no era la mujer que amaba. Bacano ese don que tenemos los seres humanos que podemos ver con los dedos y tocar con la mirada.

Hablamos como en los viejos tiempos de abdahllah, caicedo, cortázar; de nuestras ganas de que la ciudad del silencio mejorara la parte de la educación y la cultura.

En un momento el silencio se apodero de todo el lugar y me sentí como una gaviota que volará directo al sol; directo a la muerte y, con su voz entrecortada interrumpió mi viaje: ESTOY EMBARAZADA el riendazo fue directo al alma; al escuchar estas palabras mi mundo se destruyó, la mire a los ojos y le pregunte que si me había llamado para decirme eso que me hiciera un favor y comiera mierda; agachó la cabeza y rompió en llanto me dijo que estaba desesperada que no sabia que hacer que por amor a Dios le ayudara; me daba muy duro verla en esa situación por que sabía como era su familia; no la iban a perdonar.

Siempre le prometí que iba estar en las buenas y en las malas; por eso accedí ayudarla en su decisión de ABORTAR. Le di la lista de las cosas que se utilizan para este tipo de actos le dije que me llamara cuando los consiguiera no sabia en que pensar en es momento tan poco quería pensar en nada; cuando llegué a mi apartamento me bebí un trago, después otro y otro y otro hasta que me quede dormido borracho.

Me despertó la llamada de ella en la cual me avisaba que había encontrado todas las cosas que si podía ir a mi apartamento para ir aun sitio más tranquilo “por que eso no podía seguir con vida, era un estorbo para poder cumplir su objetivo” cuando llegamos al hotel de mala muerte que escogí estaban haciendo aseo mientras esperaba cerré los ojos para imaginarme en otra situación; me desconectó de ese viaje diciendo “ gracias” ¿ me entiendes verdad?

Cuando entramos en la habitación nos acostamos en la cama con todo y ropa pero como iba a controlarme si la deseaba y poco apoco nos dejamos arrastrar por nuestra pasión; nuestras almas encontraron en el espacio su mejor refugio; por primera vez una mujer me hizo volar.

El crimen que íbamos a realizar no se podía aplazar y era mejor hacerlo de una vez para no darle cabida a remordimientos pendejos realice el acto con la más minuciosa cautela para no cometer errores que después tendría que arrepentirme, mientras que inyectaba y extraía el embrión pensaba en mi condición humana y lo que un hombre tan desubicado como yo hacia por estar atado a los recuerdos.

La noche nos sorprendió haciéndole trampa a la libertad; después de terminado el delito la acompañe hasta la casa; estando allá me comento que le estaba bajando mucha sangre y yo le comente que eso era normal después del acto que habíamos cometido; la mamá de ella me ofreció comida la cual rechacé que hambre iba a tener. Camine sin rumbo por un buen rato y termine llorando esa criatura como nunca he llorado a alguien.

Hoy sobre mi pesan dos condenas una la estoy pagando en ésta celda y ya estoy a punto de terminar de pagarla; pero la otra la terminaré