Una lagrima cae en la mejilla, cae sin tristeza y al lado mío la soledad, me observa sin parpadear, ella murmura tantas cosas, pero hoy simplemente no la quiero oír.

Miro a la gente que pasa frente de mí, como si el tiempo se detuviese. Solo veo los agitados pies que avanzan por el rutinario pasar de las horas y los muchos niños mirando lo que para ello es nuevo.

Vuelvo en mí, rodeada de mil cosas, pero estoy sola al punto de oír latir mi corazón, estoy buscando las respuestas, las busco en las caras llenas de penumbras. No están allí. Las sigo buscando en las calles desgastadas por el ir y venir de los tantos motores, pero aquí tampoco están.

Te veo a ti con tu mirada de niño que baña de ternura tu sonrisa y eso es lo que llena mis ojos de un brillo que tengo solo en los sueños cuando creo ser feliz...

Hoy no quiero despertar...


Desaparecida
2003