Porque en las cosas del destino nadie tiene cabida, dicen. O sea, se supone que eso ya está escrito, y es imposible de cambiar. Destino, que gran nombre para la sumisión.
Texto agregado el 26-10-2004, y leído por 192
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
21-04-2005
Hay que revelarse siempre, pero para muchos es una cuestión de comodidad. Selkis