- Oye ¿sabes cuánto tiempo llevamos aquí?
- No tengo la menor idea, creo que mucho.
- ¿No empieza a ser demasiado?
- Quizás, pero debemos esperar.
- Pues empiezo a tener hambre.
- Normal, a ver si te crees que yo no tengo.
- ¿Qué hacemos?
- Esperar macho, esperar…
- Pero es que ya estoy cansado, podíamos darnos una vuelta, estirar las piernas y comer algo.
- Tú haz lo que quieras, pero yo no me muevo de aquí hasta que nos den la señal
- La señal, la señal… para mí que se han olvidado de nosotros
- Que no hombre, que no. ¿Cómo se van a olvidar?
- Mira, mira esa... que cuello tiene pa comérselo de un solo bocao
- Quita, quita, siempre estás igual…
- Pues me parece demasiado tiempo ya… y joder, que no somos de piedra.
- Vamos a esperar
- si, si… vamos a esperar… si la última vez no me decido yo, nos quedamos dos siglos mas sin comer…
- Anda ya, ya sabes que Dios provee.
- Si, claro… Dios.
- Pues que sepas que se me empieza a acalambrar la pierna de tenerla así, tan tensa.
- Claro, como tú marcas músculo; mírame a mi, así, tan tranquilo.
- Un poco tarde para avisarme ¿no?
- Además eres un envidioso, que me echan mas fotos que a ti.
- ¿Qué quieres que te diga?... yo elegí esta postura, me parecía más cómoda, que no eran tres días lo que teníamos que esperar…
- Tu lo que eres es un cabrón, que podías haber avisado.
- Chaval, que yo estudié.
- Por eso, joer, que ni eres solidario si ná… estos pijos…
- Anda ya… que eres “grotesco”.
- Pues anda que tú, te estas volviendo “decorativo”
- Bueno, vamos a lo nuestro que es alejar el mal…
- ¿Pero qué mal ni que niño muerto?... si aquí no vienen mas que turistas a hacer fotos
- Todo llegará… todo llegará…
- Si, como siempre, Dios mediante…. Me siento engañado.
- Eso si, ahí tienes razón, estas no eran las condiciones…
- Pa' que te fíes de la Iglesia…
- Venga bueno, hasta mañana… y relájate.
- Pues yo creo que hoy voy a estirar las piernas…
...
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