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Me levanté temprano. Me saqué el pijama y me puse la ropa nueva que mi madre me había comprado el día anterior. Era un pantalón de cotelé verde y una polera azul con dibujitos. Fui a la cocina silenciosamente. Pasé por la pieza de mis padres, éstos dormían profundamente. Llegué a la cocina y me tomé una leche. Luego fui al baño, me lavé los dientes, me peiné y salí de la casa con mi mochila. Ya afuera, encontré a mi amigo Nicolás en la plaza sentado en una banca, frente a la pileta leyendo una historieta cómica de Ogú y Mampato.
-¡Nico!- le grité mientras corría hacia él.
-Hola Cristian- Se puso de pie y me saludó - ¿cómo estás?
-Bien, aunque cansado- le respondí suspirando
-¿cansado? ¿qué hiciste ayer que estás así?
-Tuve que estudiar, me quedé hasta tarde estudiando matemáticas. Hoy tengo prueba.
Nicolás me miraba preocupado, como si no me creyera lo que le decía
-¿Vámonos ya? Se nos hace tarde- Me sugirió él mientras guardaba su historieta en su mochila. En eso nos pusimos a caminar.
-¿Sabes una cosa Nicolás?- Él me miró indiferente –Tu eres mi mejor amigo. En mi colegio no siempre son buenos conmigo.
Él sonrió y puso su mano en mi hombro.
-Tu nunca vas a cambiar…-Me decía mi amigo Nicolás como si me compadeciera.
Finalmente llegamos a las puertas de su Escuela. Todavía tenía tiempo para ir hasta mi colegio caminando.
-¿te vas a tu casa ahora?- Me preguntó Nicolás
-No recuerda que tengo prueba de matemáticas- LE insistí un poco enojado por su mala memoria, tal vez.
No me dijo nada y se fue dejándome atrás, entonces yo me fui a mi colegio caminando preocupado por la actitud de Nicolás.



“¿Por qué es así?” me preguntaba caminando por los pasillos de la escuela. En eso me encontré a Elena afuera de la sala, sentada en el suelo y apoyada en la muralla, junto a la puerta de la sala.
-¡Hola Elena!-Me agaché para saludarla con un beso en la mejilla. Ella levantó la cabeza y recibió mi beso de saludo respondiéndome a la vez.
-Hola-Me dijo muy entristecida
-¿qué te pasó?
-Me echaron de la sala porque me pillaron dándome un beso en la boca con la Natalia…
-¿qué?-La interrumpí sin poder creer lo que me decía mi compañera.
-Si, el profesor me echó a mi y no a ella porque dijo que nos vió y pudo notar que era yo la que obligó a la Natalia- Sentí ganas de vomitar así que me puse de pie y me decidí a entrar a clases. Miré para arriba y en la puerta, bien alto decía Cuarto Básico “A”. Esa era mi sala, así que entré. Había un olor a pescado , era por la feria que se había instalado esa mañana atrás de la escuela.
-¡Hola Nicolás! Que bueno que llegaste, te estábamos esperando.-Dijo Raúl, mi profesor-Dile a tu compañera que entre.
-Esperándome a mí?- Dije sin entender mientras habría nuevamente la puerta y señalándole a Natalia que entrara.- ¿Por qué me esperaban?
-¡Cumpleaños Feliz, Que los cumplas…-Comenzaron a cantarme. Lo había olvidado por completo. Comenzamos las clases normales luego de comernos todos un pan calientito con mantequilla y una leche con chocolate que quemaba la lengua.



- ¡Guarden sus cosas! ¡No dejen nada bajo el banco ni sobre la mesa!- Dijo la señorita. Estaba muy ansioso por empezar mis clases. Mis compañeros estaban muy amables conmigo, incuso uno me regaló una manzana, la encontré brillando sobre mi banco cuando llegué a sentarme. La dejé ahí para comérmela a la salida.
Hicimos la prueba de matemáticas, estaba muy difícil, pero finalmente la entregué muy seguro de lo que calculaba.



Llegó la hora de salida de clases, no quería irme. Estaba todo muy bien. Todos los profesores me felicitaban. Mi profesora de matemáticas me dijo que mi promedio iba en aumento, que siguiera así. Finalmente salí del colegio acompañado por Elena y Natalia, las que iban muy pensativas
-¿Qué les pasa a ustedes dos?
-Nada- Respondieron al mismo tiempo.
-¿Es por el beso?
Natalia se sorprendió. No sabía que Elena me había contado lo ocurrido esa mañana
-¿Cómo sabes eso?
-La Elena me lo dijo.
-¿Qué?- Preguntó Natalia exaltada mirándome y luego a Elena.
-¿qué te importa?- Iban peleando conmigo en medio. Parecían que querían matarse.
-¡Ya córtenla!-Les grité- Creo que lo que hicieron está mal, hasta los bebés lo saben.-Ambas se cayaron.
Llegamos rápidamente a la plaza donde me encontré con Cristian esa mañana.
-Bueno, las tengo que dejar aquí. Tengo que ir a buscar a un amigo…
-¿qué amigo?- me preguntó Natalia.
-El Cristian
-No nos lo has presentado- Dijo Elena
-Espero que algun día lo conozcan. Yo tengo que irme urgentemente. Las dejo aquí para que piensen en lo que hicieron ¿ya?
-¡Ya, chao!-Dijeron ambas, al parecer, con ganas de conocer al Cristian.
Me fui corriendo hasta la esquina siguiente, atravesé la calle la calle donde encontraría al Cristian y ahí estaba: en el potrero de la población sentado sobre una lavadora vieja y rota. Él me vio.
-¡Nico me viniste a ver!- Se veía muy contento
-¿qué haces aquí ahora?- le pregunté
-Estoy en clases de biología- Me decía. Luego se dirigió a otra dirección para hablarle al aire, como si le hablar a alguien -permiso Profesora, él es Nicolas, mi mejor amigo…
-¡Cristian! Esto es un potrero, estás sentado sobre una lavadora y no hay nadie! ¡Entiéndelo de una vez! ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?
En eso llegaron Ntalia y Elena. Se acercaron a mí. Se quedaron a mis espaldas.
-En qué estás?- Me preguntó Elena.
-Quieres la manzana que tengo sobre el banco?- Me preguntó Cristian. Miré la lavadora y había sobre ella un ratón muerto.
-Este es el Cristian- Decía yo sin despegar los ojos del ratón. Ambas miraban extrañadas.- Cristian, eso es un ratón muerto, no una manzana
-¿De qué hablas Nicolás?- Me preguntó Elena.
-Con quién estás hablando?- Me preguntó Natalia.
-¡Con el Cristian! ¿qué acaso no escucharon que ya se los dije?
-Nicolás…-Dijo Elena- Ahí no hay nadie. Estás loco. Tu tal Cristian no existe.
-¡No! Les dije prepotente- Es él el loco. Cree que está en clases de biología.
-Elena, Vámonos de aquí- Le dijo Natalia a su amiga. Ellas se fueron corriendo muy asustadas y yo me quedé mirando a los ojos a Cristian, pensando “¿Por qué dijeron que Cristian no existe?”.

Texto agregado el 26-10-2004, y leído por 138 visitantes. (0 votos)


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