Una rosa es una rosa en tus ojos y en tu boca. Una gema es una llama en tus manos entrelazada. No soy ciego porque no vea sino que por no mirarte y sé de sordos que no oyen su propio corazón. El ritmo de las olas abatiendo mis navíos es el cauce de mis sueños tocando tus riberas. Una rosa es una rosa aunque se la cubra de olvido, como son mis pasos sobre tus huellas, amor mío
Texto agregado el 25-10-2004, y leído por 233 visitantes. (1 voto)