Se ha quebrado mi noche
en relámpagos de barro.
Caigo al charco donde la luna
se ha hecho añicos (luna estallada),
junto los pedazos del espejo (lágrima de luna)
y veo sangre.
No es la sangre de mis cortadas manos,
es la del dolor de mi alma
que se desangra en silencio.

¿Dónde termina la muerte,
esta, la que camina conmigo?

¿Porqué morir de a poco
mutilándose mis sueños?

¿Porqué este dolor rabioso,
esta impotencia de mares?

¿Porqué hombre, poeta
y no cadáver olvidado?

¿Porqué los pájaros no me llevan
y la muerte no me escucha?

¿Porqué me cierran los ojos
las paredes del infierno
y bebo con sabor amargo los besos?

¿Porqué no están cerca y me abrazan,
no ven que tiemblo?

Se ha quebrado mi noche.
Estoy solo, preguntas y dolor.
La muerte me mira de reojo
y el revolver negro y soberbio
ansioso espera dar la primer respuesta.