Palmo a palmo
con la cara al viento
mirando a los ojos a la muerte,
con los pájaros traspasándome el alma,
con los pies descalzos,
con alegría y dolor,
con tu mano apretada a la mía,
con los sueños enredados,
con el horizonte, aún, a la distancias,
con los caminos dejados,
con la esperanza tallada en el tiempo,
con vértigo y osadía,
con nostalgia y viejos olores,
con el mar silencioso,
con el misterio del monte,
con las ilusiones y desesperanzas,
con espera,
con paciencia,
con el arrebato diáfano de la palabra,
con conciencia, locura, imaginación,
con el pensamiento, el recuerdo vivo,
con el vino, los amigos,
las tardes, los otoños,
con la exactitud del día,
con el horario olvidado,
con la poesía,
logré llenar este espacio que ven.
Soy una historia de carne y hueso
que aún no se termina de escribir.
Y sigo andando palmo a palmo.
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