Un torrente es una corriente impetuosa de aguas; el curso de la sangre en el aparato circulatorio; también la abundancia de personas que afluyen a un lugar a un mismo tiempo. No podría encontrar mejor palabra para describir algunos instantes de mi vida que se quedaron impregnados en la memoria como imágenes fotográficas.
El primero de mis recuerdos se relaciona a una historia que me contaron pocas veces, debido a lo doloroso que resulta recordarla; siendo estas oportunidades suficientes para que no la olvidara. Mi hermano mayor fue arrastrado por las aguas de un grande y caudaloso río, se acercó al borde de éste por un motivo absurdo, el coger una pelota para seguir jugando. Su cuerpo inerte fue encontrado después de algún tiempo. El niño de ocho años alegre, travieso, inteligente y sabio como sólo los niños de aquella edad saben serlo fue visitado por la muerte esa tarde.
Yo pude haber corrido la misma suerte que mi hermano una mañana fría de junio; en que me acerque a un río si bien menos grande y menos caudaloso, igual de violento, parece que el enemigo estuvo a la medida del contrincante; caí al intentar atrapar un barquito de juguete, trate de luchar contra la corriente y aferrarme a la orilla, por algunos segundos estuve apunto de sucumbir hasta que una mano fraternal me sacó de mi suplicio y de la corriente malvada. ¡Gracias, Pepe, hermano mío! Lástima que fuera imposible que estuvieras aquel día infausto para salvar al mayor de la familia.
Otros recuerdos relacionados al torrente, esta vez sanguíneo, son los de las ocasiones que estuve paralizado ante peligros menos perjudiciales, pero más recónditos. Como cuando no pude pronunciar ninguna palabra, por muchos minutos; ante la mirada desesperada de la niña que me gustaba, hasta que la corriente volvió a fluir y dio cabida a un “te quiero”. También sucedió lo mismo cuando vi a la mujer que amo por primera vez completamente desnuda, hermosa, esplendorosa, como el paisaje divino del edén, me quede paralizado ante tanta belleza hasta que “su que pasa” fue el motor que hizo posible nuevamente la circulación.
El otro significado de torrente tiene que ver con mis miedos más indescifrables. El frío sudor, los temblores, la paranoia se apodera de mí, al ver una cantidad enorme de personas en algún lugar, una discoteca, una manifestación, la procesión, una ceremonia, cualquier tipo de acontecimiento en donde la gran masa de huesos y carne me devoré, me quite el aire, me aplaste hasta serme parte de ella, hasta desaparecerme y convertirme sólo en un infinito queloide.
Todas estas imágenes de mis miedos, ansias e inquietudes se presentan en mis sueños y pesadillas como una cantidad inmensa de voz fuerte y sonora. A propósito, esto último es otro significado de la palabra torrente.
(La apariencia de verdad no quita las mentiras.)
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