La ignorancia, con rostro de payaso,
se balancea en el columpio del abarrotado circo,
almas sedientas de venganza
esperan la burlesca comedia,
y la función comienza...
La monotonía de sus vidas, tan asumida,
impregna la punta de la flecha
que busca la víctima elegida...
El cordero será inmolado,
y con su sangre lavará
la flecha envenenada,
culminando así la gran función...
Y cuando caiga el telón seguirá existiendo
el amor, la pasión, la ternura, la sinceridad...
Un insondable océano adornado bellamente
por la espuma de una ola...
Mi odio se estingue
en el implacable vacío de mi alma,
nace de la inagotable fuente de la desesperación,
vive de la dolorosa frialdad
y morirá con tu presencia, limpia y pura,
aunque tu ausencia siga desolándome,
penetrándome, invadiendo todo mi ser...
Y sé que necesito de tu vida
para que la mía recobre algún sentido...
Te sigo amando tanto...

(15/07/97)