C – ¿Nunca habían mellado tu alma?
P- Nunca
C- Duele, es verdad y en esos momentos, las palabras se vuelven lentas, al contrario de las acciones.
P- Y ahora me lo dices (levanta las mangas de su poleros, sus brazos están cubiertos de heridas)
C- ¿Qué te pasó?
P- Me las hice con un vidrio
C- ¿Y cuando?
P- ¿No se?
C- ¿No sabes?
P- No, fue extraño, de un momento a otro mis ojos se cubrieron de lagrimas y mi mente se apago…desperté de golpe, horas después, con una bofetada.
C-¿Tu novia?
P-No, el dueño del terreno.
C- ¿y que hacías ahí?
p- colgaba
C- ¿Como puedes ser tan estúpido? La cuerda ya esta obsoleta.
P- Pero…
C- Nada de peros, yo puedo conseguir un arma. No te dolerá y además, quedaras grabado para siempre en la memoria de quien te vea.
P- Es que me siento mal.
C- No te preocupes, ellos van a sentirse peor, confía en mí. Ya escribiste la carta.
P- ¿Que carta?
C- Estos jóvenes, siempre en las nubes. La carta sirve para que tu mama no se suicide, le dices que la quieres mucho, y que todo fue culpa de tu novia. Además en la carta puedes inculpar a alguien más para que no duerma bien.
Si esto del suicidio debe ser bien planeado, recuerda que no lo puedes repetir. Por ejemplo, el lugar, si quieres que parezca homicidio, puedes hacerlo en la casa de algún enemigo, y decirle alguien que te dispare y que luego, llame a la policía. Las posibilidades son infinitas. Ves cuan grandioso es el suicidio.
pd:sigue
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