Una luna, Dos mundos
La luna brillaba en todo lo alto. Alguna osada nube se atrevía a pasar delante de ella tratando de ocultar su inmaculada luminosidad. Abajo los enamorados aguardaban que tal efecto se hiciera realidad para poder entregarse a los placeres corporales. Mientras tanto en algún apartado lugar de aquella descampada planicie en guerra otras personas esperaban la misma ocasión para ocultar de la vista de los hombres los cuerpos inertes de sus enemigos masacrados sólo por pensar de distinta forma.
Medición
La casa era un museo a la medición. Paredes, suelo y techo estaban repletos de aparatos para ese fin. Metros, reglas, pulsímetros, calibres, brújulas, relojes, básculas, barómetros, densímetros, audiómetros, fotómetros, romanas, sismógrafos, anemómetros, audímetros, sonómetros, voltímetros, etc. Estaba desilusionado pues había probado en todos y no halló que ninguno de ellos le diera el peso, la medida, el grado, el grosor, la velocidad de los celos, la envidia o la maldad de la humanidad.
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