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Tuyo es el tacto de las manos, no las manos;
la luz llenándote los ojos, no los ojos;
Acaso un árbol, un pájaro que mires,
lo demás es ajeno.
Cuanto la tierra presta aquí se queda,
es de la tierra.


Eugenio Montejo.






que si lo deseo?
Tú lo sabes
también como yo...
fijate,
(la vida y sus maneras,)
que ambas...
lo acariciamos con toda
la fuerza,
(que solo dos
buenas hembras templan)
tu, con tus manos trémulas
cargadas de ese amor sincero
con el que te viertes
en su pecho
con tus miradas entregadas
y llenas hasta desbordarse
por tus cándidas venas
de ese máculo fuego
Conque te le entregas...
vas ligera...
tu cuerpo y tu alma
pueden
( al parecer)
retar al más crudo invierno
llevas como escudo
su devoción
y su amor
en cada
suspiro de tus pasos
pues sí,
vas ligera...
ataviada de la mejor piel
que ha parido la tierra...
(la de él)
yo, besándolo
en mis oníricos
sobresaltos
rendida de rozarlo
(solo en el viento)
enervada
de solo cerrar mis ojos
y encontrar
el eco de su aliento
enredado en mis
lamentos
lo tengo ceñido
a mis sueños
(a mis tuétanos )
aquí
en mi laberinto de lujuria
donde hilo
( la roja mortaja)
de mi sombra
haciendo...
memoria y cuenta
de todo lo que
quedo suspendido
exiliada
de su reflejo
flagelándome en el filo
de las frases nunca
dichas...
levantando
( con los fantasmas de mis dedos)
infinitas piedras
escarbando
los anhelos
inconclusos
buscando
el vaho fragmentado
de su lengua en mi boca
buscando una brújula
(perdida de milenios)
en otros cuerpos...
pero hay algo ,
(que vive en sí mismo)
y al que le importa un bledo
el presente de sus sentimientos
su sinceridad
y sus promesas
así como hoy
( su amor lleva tu nombre)
y es tu cuerpo el templo
donde implora un beso...
también es cierto
que antes
mucho antes de ti
otras llenaron sus ojos
del mismo amor...
(único e inigualable)
con el que hoy...
te vanaglorias...
otros oídos
ya han oído
de sus labios
(las mismas promesas)
ya con ellas ha querido
construirse el destino...
ese,
(que tu crees tan tuyo
y tan inédito...)
ya no es de estreno...
por eso, así de simple...
que si lo deseo?
Sí!!!
(hasta después de muerto)
pero no quiero...
ese cargo desgastado
de ser la mujer de su vida
ni quiero
(que en mi repita)
la versión tipo nueva era
de sus juramentos...
ni mucho menos el
pesado compromiso
de ser...
el amor de su vida...
no,
yo deseo su cuerpo...
recorrerle el alma
al galope
de mis caderas
(a destajo...)
sin promesas
bien reza el dicho
santo y seña
( de los que esperan...)
querida..
_ nada es de nadie
mientras otro lo desea...
y tu sabes
(como otras cosas)
que es muy larga
esa hilera...
así...
que... suelta el aire
no es su amor...
de lo que pienso
despojarte...
no chiquilla...
es de su deseo
de lo que te dejaré
huérfana...


y tú
lo sabes...
(aunque
te duela...)










(silente)









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