Reflexión N°1 o del deseo
Mi rebuscada existencia y ciertos caprichos de mi inconsciente generan que imagine encarnar fantásticamente en seres u objetos, que subjetivamente expresan mis sentimientos.
A veces sueño con ser hoja seca, en otoño en Buenos Aires, bailando erráticamente al compás de Piazolla y el viento, desafiando con mi vuelo desordenado los esquemas de los rígidos planificadores.
Otras añoro ser pájaro, para ver desde el aire lo complicado que somos los humanos, y lo limpio y puro que es el cielo, cuando las suaves brisas bañan mis alas poderosas.
Pienso frecuentemente en ser bandera, contagiar mi sentimiento de patriotismo en todas las fronteras, lucir nuestro emblema nacional ante un cielo dorado y amaneceres con gente orgullosa.
Por momentos deseo ser avestruz, evadir los problemas sumergiéndome en la tierra, para no ver ni oír lo malo de la vida, encerrarme en mi mundo de barro y gusanos.
Daría lo que fuese por correr como los caballos salvajes, esos rebeldes animales, tan dueños de su libertad y de su territorio.
Pero ya lo ven, no soy nada de eso. Soy un simple ser humano que sufre día a día, pero que a veces tengo la suerte de recibir ciertos regalos del mundo, determinados momentos en los cuales no dudo en afirmar que vale la pena estar vivo.
19/08/04
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