Travesía en la selva


Mi afán de explorar lo recóndito, lo virgen, siempre tuvo eco en mi existencia. Esa noche, en la espesura que produce la oscuridad de la selva, debí valerme de todos mis sentidos, para captar cada sensación en su máxima expresión. Ese ambiente creaba una atmósfera de calor y humedad, casi dulce.
No debía demorarme, de lo contrario jamás llegaría a mi objetivo... A lo largo de la tortuosa senda dejé deslizar la yema de mis dedos sobre infinitos árboles, de corteza dócil y suave, carentes de relieve.
Mis oídos se regocijaron al percibir los sordos alaridos de algunos insectos y alimañas ocultos en el misterio del bosque, que curiosos indagaban sobre mi presencia.
Durante el camino debí atravesar caprichosas colinas que llenaron de júbilo mi alma. Allí, en el estrato más alto de la selva, los haces de luz de la luna llena se reflejaban sobre la rugosidad y aspereza de las rocas, dándole una tónica incalificable a toda la escena.
Debí descender luego, deslizándome con cautela por desfiladeros y cañadas, hasta acceder a lo más profundo y denso de la selva, donde reina una humedad sofocante pero placentera. Todo hombre que se digne como tal debería ir aunque sea una vez allí. No alcanzaría ni siquiera el más rico diccionario para describir el crisol de sensaciones que uno llega a alcanzar al penetrar en ese lúgubre lugar.
Me adentré más y más en ese mundo de lianas colgantes y perversas, hasta llegar a un manantial, tibio y transparente, con cuyas aguas –dulces como el néctar-, mojé mis labios, saciando mi sed y sofocando así el calor y la fatiga que me agobiaban.
Con cada paso que avanzaba, mi entusiasmo se hacía cada vez más grande. Reconozco que tuve que retroceder en ciertas ocasiones a causa de panoramas viscosos e infranqueables, pero mi perseverancia hizo que sortee todos los obstáculos.
En los albores de alcanzar mi meta, mi mente viajó por otros planetas, mis ojos vieron seres surrealistas y juro haber oído voces irreconocibles.
Me sorprendí cuando al despertar súbitamente observé un cuerpo de mujer que yacía a mi lado, agitado y empapado en gotas de sudor.

21/06/04