Hay una muerte serena y paulatina que menoscaba nuestros cuerpos, mas nos acerca al oído de la tierra. Y otra descarada que con su arcana sentencia, nos aleja, cuando aún queremos mantenernos encriptados a los pasos de la vida.
Texto agregado el 19-10-2004, y leído por 114 visitantes. (1 voto)