Imagina que el resto del mundo es solo fruto de tu imaginación, que la realidad es que tú estás solo, en un vasto universo árido de nada. Que toda la gente que conoces, tus amigos, son solo personajes creados por ti.
Imagina que un día descubres la verdad, que recobras la conciencia y te encuentras con la cruda realidad, una realidad sin hacer, una realidad que es soledad, donde solo existes tu y la nada.
Imagina que en tu afan por darle explicación a las cosas, en esa eterna lucha por conocer lo que se desconoce, como resultado solo encuentras frío y una oscuridad aterradora.
¿No merece mas la pena vivir en tu sueño feliz que en la fría y oscura realidad?
.....
Despiertas sobresaltado, un látigazo de conciencia. Y la sorpresa es mayor cuando no recuerdas haberte dormido aún. La oscuridad está extrañamente llena de luces y sientes vibrar el silencio dentro de tu pecho. Tras la visión recuperas el tacto y entre tus manos una mano, suave, desconocidamente suave. Masajeas una idea en tu mente cuando, de pronto, aumenta el volumen del sueño y la realidad estalla ante ti.
"La música, no la recordaba tan fuerte. El aire, no lo recordaba tan cargado, ni el vaso tan frío, de hecho, no recuerdo haber pedido ningún cubata". No te recordabas tan rodeado de gente, solo hubo un destello de compañia en aquella soledad, ¿fue real?... "¿Y la mano? Recuerdo una mano suave, desconocidamente suave..."
El martillo musical te mece con su ritmica repetición y el destello de unos ojos gatunos te hace enfocar la atención en la maravillosa sonrisa que los acompaña. Murmuran promesas que no alcanzas a entender, pero que dejas crecer y alimentas con el rico manajar de la imaginación. "Pronuncían deseos por realizar pero cuyo destino no alcanzo a entrever, y las preguntas se agolpan en mi boca, sin que unas dejen salir a las otras. Quizás si tuviera la valentía suficiente o si el querer fuera en verdad poder..."
TU: Siempre me pareciste lejana, de belleza inalcanzable, de extrañas maneras...
ELLA: Tu tambien me caíste bien, lejano, diferente... quizás en un principio no me fije en ti.
TU: Tus movimientos, tu risa, tu seriedad, algo de todo me llamo la atención...
Sonrie con aquella elegancia felina y te deslumbra un foco de la discoteca, continúas tu exposición tras preguntarte sin respuesta como serían aquellos dedos acariciando tu piel.
TU: ...puede que el tiempo me diera un gran empujon y cayera irremediablemente en tus manos, sin otra opción...
ELLA: O puede que el destino nos haya escogido para realizar nuestros sueños.
TU: ¿Que sabes tu de los sueños?
ELLA: Que yo soy uno para ti.
Intentas abrir los ojos, no para expresar sorpresa, si no tratando sin exito de asegurar lo que oyes a través de la vista. "Creo lo que veo, pero a veces me parece ver lo que creo que es y al final no es lo que parecía". Recuperás el ritmo de la música y sin olvidar tus sueños vuelves a preguntar:
TU: ¿Que me dices de ti?
ELLA: Lo que quieras escuchar.
TU: Háblame del tiempo en que tu corazón buscaba dueño y, al final, confiesame que ya lo has encontrado...
ELLA: Recuerdo que las mañanas amanecían oscurecidas y cada noche me desvelaba la ausencia de luz. Bajo las sabanas encontraba el frío de tantos sueños rotos y desperdigadas por el suelo sentía mis esperanzas retorcerse. Pero tras la calma insoportable vino la tempestad, como siempre sucede. Primero me balanceé con la brisa de la duda hasta que el susurro se convirtió en grito y el vendabal asoló las últimas resitencias de mi corazón. Desde entonces, debo confesarte, mi corazón tiene sueños.
TU: El corazón siempre tiene anhelos, a veces mucho mas insistentes que los forjados en el fuego de los pensamientos. Dime, si a tu corazón escuchas, a quien venera tu alma...
ELLA: ¿Realmente quieres desvelar todos los misterios? ¿De veras estás preparado para soportar las certezas?
TU: ¿Por que intuyo tus dudas como mías? Que oscura tentación se esconde tras la lucha entre el deseo por saber algo y la necesidad de postergarlo como sueño.
ELLA: ¡Que lindo juego, verdad!
En ocasiones sus reacciones de alegre inocencia te erizan los pelos de la nuca. El miedo a no entender lo suficiente se funde con el cosquilleo del misterio y una sonrisa aflora a tu rostro con la lentitud de un capullo que se convierte en flor. "¿Por que?", te preguntas, "¿Por que no hay un camino marcado?¿Por que no quiero marcar uno?", obstinado, "¿Por que no deseo encontrar mas que barrancos de inusitada planicie?" Imposible intentas ordenar tus pensamientos y el rictus de tu sonrisa se congela por la indecisión. No sabes si reir o llorar, o quizas, pienso, deberías despertar y empezar de nuevo.
Entre el barullo de mil voces y el trotar de sus cuerpos danzando, persigues la ilusión de saciar tus deseos, de frotar la lampara que aleje la oscuridad. Buscas el faro que te señale el puerto donde amarrar esa sensación de incertidumbre, donde repostar satisfacciones para aguantar el resto del trayecto.
CAMARERO: ¿Que quieres?
TU: Ser feliz que no es poco...
CAM.: Pero... ¿sabes como?
TU: Tengo una ligera idea, es la que me acompaña...
CAM.: Bonita si que es.
TU: Es lo que yo le digo, pero se me escapa a la mínima que le suelto correa...
CAM.: Si te gusta su canción, no deberías enjaular lo que en una jaula dejaría de cantar.
TU: ¿Como puedo tener lo que deseo si al tenerlo lo pierdo?
CAM.: Quizás debas preguntarte si quieres realmente lo que deseas.
TU: ¿Que quiero?...
CAM.: Yo pregunté primero.
Tu: Pues...lo mismo de siempre.
Cada paso que das parece redundar en la cuestión que te aflige, pero no avanzas hacia una meta sino que te revuelves una y otra vez sin dirección. "El norte de mi brujula cambía constantemente magnetizado por su presencía", entre sus brazos te perderías gustoso, "en su isla encallaría, maldito canto de sirena es su voz..." Entre tanta gente te mareas y por no perderte buscas refugio.
Dejas correr el agua por tus dedos, "por mas que trato de agarrarla mas consigue escurrirseme", y lo único que deseas es llevarla hasta tu boca, "besarla al fin..." La gente entra y sale, y tu sigues allí con la cabeza gacha y las manos bajo el grifo, el tiempo parece desprenderse de uno y lo ves pasar sin atreverte a mirarle a los ojos, por miedo a que te reconozca, y todo vuelva a empezar.
YO: ¿que haces aquí?
Te sorprende una voz a tu espalda. Levantas la cabeza lentamente y paseas tus manos humedas por tus párpados cerrados, "qué que hago aquí..."
TU: Recordaba palabras que cantadas nunca me gustaron, pero que no por ello tenían menos razón, ¿sabes?
YO: Buscas soluciones en antiguos errores y eso nunca llevo a nadie a buen puerto, por lo menos a ningún buen navegante que sabe que un bote agujereado no llegará muy lejos, y lo mas seguro es que naufrague mas estrepitosamente cada vez.
TU: Lo sé, pero cuanta gente habrá haciendo lo mismo en este mismo momento...
YO: Mal de muchos consuelo de ingenuos, pues el que se regozija con el mal ajeno no piensa que el turno se pasa, y quizás en la proxima vuelta le toque a él jugarsela.
TU: Yo sigo jugando aunque de mis cartas me haya cansado, y es que la opinión general me empuja en la dirección establecida y la responsabilidad me abruma con su peso.
YO: Ese es el problema de las democracias que se desprecia a las minorías y se trata de reconducirlas. Por que la realidad siempre es como la ve la mayoria, y el resto somos locos condenados a no saber que hacemos aquí...
Harto de esperar, del tacto frío del agua, de la congelada imágen de uno mismo frente a un espejo que nunca miente, "He de buscar mi sitio, he satisfacer mis sentidos, debo respirar aire puro..." Sales a trompicones y descubres que no hay salida, que te encuentras trabado en un instante, en un recuerdo, de unas manos suaves desconocidamente suaves...
Es entonces cuando el vendabal te alza en un baile de placer, y aquella mano toma la tuya, y danzais hasta el amanecer, hasta que el silencio se siente en tu vientre y la oscuridad se aleja perseguida por la luz. Es entonces cuando concluyes, "Si tuviera por pensamiento absolutos dogmas ¿Donde cabria en la solida formación el momento de la duda, el papel en blanco para dibujar mi propia realidad?" Sin tiempo para contestar vuelves a preguntar "¿Y si todo esto no fuera mas que un monólogo interminable?¿Y si con callarme el silencio trajera de la mano a la soledad?" Quizás, entonces, la vida no sería mas que un sueño del que uno no despierta por mas ruido que lo moleste. Quizás la ausencía de estimulos sea el grito que te zarandea y te ayuda a recobrar el sentido. "Callemos pues y de las cenizas esperemos renacer, que si las soluciones se quedaron en la otra chaqueta, no hay manera de salir sin una deuda, ya la pagaremos al final del cuento cuando el destino nos pida cuentas".
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