Aun siento tu aroma en el aire Y tu sabor entre mis dientes Que mágica aquella tarde En la que mi alma penetraste Aquel mar paciente Aquellos buques testigos Esa tarde maravillosa En la que nos conocimos Supiste que era real y que te quiero Supe que existías y que ahora eres Con el más mudo de los secretos, mía
Texto agregado el 18-10-2004, y leído por 180 visitantes. (1 voto)