De los recuerdos. Vol. I

Nunca me había pasado. Esa situación en la que piensas tanto en una mujer que hasta haces planes para el futuro con ella. Eso sí, un futuro incierto, solo sueños. Bueno hasta puedes planear que decir en cada pregunta o comentario que ella haga, pero en el momento justo de la platica todo se ha borrado. Que feo es eso. Después de eso vienen las grandiosas ideas improvisadas que tanto te pueden terminar de hundir en el lodo que estas pisando como te pueden sacar. Lo difícil es recordar lo planeado, y más cuando los sentimientos se te enredan y te crean confusión a nivel racional. Ya no hay tiempo, tienes que decir algo que sea correcto o por lo menos que no te haga quedar como un asno frente a tu prospecta. Piensas: - ¿le doy un beso?, no, mejor...

¿Qué hacer en estos casos? Pues solo se tu mismo, se espontáneo. Al final uno le da la importancia que uno quiera darle a la situación. Lo mejor es considerarlo de importancia sin llegar a un nivel de estrés difícil de esparcir en el que hasta ella se pueda hartar o algo así.

Bueno, sin pensar en las posibles soluciones, creo que es un momento excelente. Sobre todo por la adrenalina que corre por tu cuerpo en el momento en que ves a la chica que mas te gusta. Es un gran momento en la vida.