Quisiera empezar con una breve definición de Estado ( de las muchas que existen ) para luego meterme de cabeza en el control del pensamiento por parte de éste, de este modo el Estado sería una forma de sociedad políticamente centralizada cuyas élites tienen el poder de obligar a sus subordinados a pagar impuestos, prestar servicios y obedecer leyes.
El Estado siempre ha contado con servidores especialistas en ideología para poder mantener el estatus de poder. Aunque sería un tema muy complejo y extenso intentaré exponerlo de forma clara y concisa. Habría que distinguir entre una etapa preindustrial y otra etapa postindustrial ( de la que somos protagonistas ), en la primera etapa el Estado hacía uso de instituciones mágico-religiosas para ejercer ese control sobre el pensamiento, se santificaban los privilegios y poderes de la élite en el poder. Casos como el de Egipto, los aztecas, el imperio Inca y los reinos europeos, antes de las grandes expansiones, lo ejercitaban de esta manera. Se convencía al pueblo de su situación depauperada prometiéndole una vida mejor en el más allá acompañando esa ideología de grandes obras monumentales que hacían sentir al hombre de a pie algo insignificante, ésto hacía que cualquier pequeño don que recibiese el individuo se magnificase por su parte.
Los libros de antropología e historia suelen situar la segunda etapa a partir de periodo industrial pero es innegable que la creación de la imprenta podría ser el punto de inicio de esta segunda etapa, comienza a expandirse “ la información “, claro que en un principio son pocos los que tienen acceso a ella. Y cómo ha evolucionado... Hoy en día los Estados cuentan con la televisión, la radio, el cine, la prensa, todo ello conforma su particular entretenimiento para masas, pero lo que desde luego conforma la base del control del pensamiento por parte del Estado es la educación obligatoria, una amplia red que surte las necesidades del poder fáctico.
En algunos Estados este adoctrinamiento se enmascara en planes de estudio y principios constitucionales pero en otros se muestra directamente, caso de los Estados comunistas o del mismísimo EEUU.
Desde los medios de comunicación ( directa o indirectamente controlados por poderes políticos ) y la educación obligatoria ( aunque más allá de la educación primaria se extendería hasta la universidad ) se enmascara la diversidad y la crítica para que los individuos carezcan de perspectivas comparativas y no se pueda salir del puro adoctrinamiento del Estado.
En mi opinión no es cuestión de ideología política o de partidos en si mismo, pues cuando se produce un cambio de gobierno en un Estado los mecanismos de control del pensamiento pasan a ser los mismos variando solo pequeños matices.
¿ Estamos todos alienados ?, aunque no lo creamos, si. Unos más que otros desde luego, el desconocimiento y la ignorancia, el acceso o no, a la información no oficial, hacen que no tengamos un pensamiento abstracto y sigamos dentro del redil.
Lo peor de todo esto es que si algunos de los que criticamos el control del pensamiento por parte del Estado llegáramos a tener el control de éste seguiríamos haciendo lo mismo, tal vez sea inherente al ser humano. El mundo no ha evolucionado tanto como algunos piensan, muy poco separa a un Faraón del antiguo Egipto de un George Bush haciendo juramento sobre la biblia mientras le cae una lágrima viendo ondear la bandera de las barras y estrellas.


Luis Barrasa Martínez ( Barrasus ), Sevilla 16 de octubre de 2004