La armadura de bronce brillante y hermosa
Se desmorona con lentitud se derrama
Cuando ya no se tiene la paciencia para vivir
Es momento de resurgir de entre las llamas cual Fénix furioso
De volar por la oscuridad y pedirle a los dioses que te bendigan
Que te cubran con su manto real
Con su túnica de sueño profundo y meditoso
Se termina el bronce pierde lucidez
Hay que caminar a tientas y descansar en la soledad
Pedir clemencia al enemigo a gritos mudos
De modo que todos lo sepan y nadie los escuche
En la habitación susurrando frases inertes
Muertas
Está la vida casi viva casi viva
Silbando una canción que me recuerda el sabor
Del desconsuelo
Que me cobija como obligándome a dormitar
Como obligándome a vomitar
Con las manos heridas y el pecho pesado
Se desploma el cuerpo ajeno en medio del medio
Consumiendo descaradamente el aire sin lástima sin pensar
Sollozando lágrimas de nada de nada
Quebrantando sonidos tétricos terroríficos
La armadura de bronce brillante y hermosa
Se desmorona con lentitud se derrama
Texto agregado el 16-10-2004, y leído por 99
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Lectores Opinan
16-10-2004
exelente, hace tiempo que no leia un poema q me gustara en esta página, muy buenas metáforas, un poema a mi gusto muy bien trabajado. Saludos ***** Bolbaran
16-10-2004
ya dicho antes de otra manera. Predecible. amnesia
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