-Mamá, ¿sabes que la Carola está pololeando con un norteamericano?
-Mira que interesante, hijita. Cuanto me alegro.
-El es un tipo interesantísimo, parece que es catedrático de una importante universidad.
-Cuanto me alegro por la Carola. Ha tenido tan mala suerte con sus anteriores novios.
-Es muy buenmozo.
-No hay gringo que sea feo.
-Es negro, afroamericano como le dicen ahora para que no suene tan duro.
-Hummm… este…bien…debe ser muy simpático, no conozco ningún negrito pesado. ¿Y que dicen los padres de Carola?
-Mamá, la Carola ya anda cerca de los treinta años.
-Si, tienes razón. Es toda una mujer ya. Que sean felices entonces.
-Ella me dice que lo son y que esto va en serio. Edwin es un encanto, tiene una situación formada y si son felices ambos, nadie tiene que inmiscuirse.
-Cierto ¿No? La gente es muy mal hablada. Y tan tenofóbica.
-Mamá, se dice xenofóbica.
-Eso.
-Si yo pololease con un negro ¿Qué dirías?
-Nada, estaría feliz si tú lo estás. Es tú vida ¿no?
Me parece muy sensato. Es mi vida, así como es la vida de Carola y es la vida de Fermín.
-¿Qué pasa con Fermín?
-Ahora vive con su pareja.
-No tenía idea. Ni siquiera sabía que estuviese pololeando ya que es tan reservado el chico.
-Si, arrendaron un departamento en Vitacura y son la raja de felices.
-Me alegro por ellos. ¿Y quien es la niña?
-El niño.
-¿Cómo?
-El joven. Abraham. Así se llama la pareja de Fermín.
-Glup… ¿Entendí bien, hijita por Dios?
-Me parece que escuchaste perfectamente.
¿O sea que Fermín es…
-Es gay. Siempre lo ha sido y siempre lo será. Sólo que ahora que la mayoría de esta minoría está asumiendo su homosexualidad, es menos impactante que los demás lo sepan.
-Mira tú. ¿Quién se lo iba a imaginar?
-Lo importante es que él haga su vida del modo que le parezca más conveniente.
-Me…parece. ¡Tan discraminatoria que es la gente! ¿No?
-Discriminatoria mamá.
-Eso, hija…
…
-Mamá, el Pancho tiene algo que decirte.
-Ya ¿Y porqué no me lo dice?
-Le da vergüenza. No se atreve. Yo lo comprendo…
-¿Qué diablos pasa? ¿Con que me vas a salir ahora.
-Mmmm. Yo tampoco me atrevo a largártela de buenas a primeras.
-¿Qué cresta está pasando en esta casa?
-Bueno. Alguien tiene que dar la cara. El Pancho me pidió que yo intercediera para que le dieras permiso para este fin de semana.
-¿Y adonde piensa ir?
-Bueno, sus compañeros lo invitaron ya que mañana en la noche parten a Algarrobo.
-¿Quiénes van?
-El Pedro, el Alamiro, el Mario, el Castro y el chico Rosales.
-¿Queeeeee? Puros hombres. Ah no. Estos van a puro mariconearse. ¡No, no! ¡Jamás le daré permiso para algo así. ¡Jamás! ¿Adonde vamos a parar con esta sociedad tan desihibida? ¡Sodoma y Gomorra! ¡Dios nos ampare!
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