Creación
Más pudo el tedio de estar atrapado en el bus atestado en medio del tráfico del mediodía que el calor, el ruido de los carros, los gritos de los vendedores del mercado cercano, el rumor de fondo de la ciudad. Así que tomó el libro y siguió leyendo un ensayo de Valery donde después de referirse a Poe el poeta francés discute sobre las cosmogonías, la posibilidad de pensar el mundo como totalidad, de indagar racionalmente su origen "deseamos ver lo que precedió a la luz; o bien ensayamos si cierta combinación particular de nuestros conocimientos no se situaría antes de todos ellos, y su autor, que somos nosotros mismos." Cerró el libro y abstrayéndose del entorno se preguntó "¿cómo será esto del comienzo del universo?" Recordó haber leído en una revista de divulgación científica la teoría según la cual el universo derivó de la ruptura de un estado de perfecta simetría donde el tiempo, el espacio, las fuerzas y la materia eran una sola cosa.
"¿Qué es esta sola cosa?" Imaginó primero un huevo y se sonrió avergonzado de sí mismo "evidentemente no era un huevo." Siguió pensando a la deriva hasta que se detuvo en algo libre de toda complejidad, un pensamiento de insoportable simpleza. Apenas terminaba de tener conciencia de eso cuando sintió que se rompía, comenzado a engendrar de sí lo otro, el Todo, y no ciertamente solamente en su cabeza, aunque lo pensaba y con profunda sorpresa percibió que ya no le pertenecía. Agotado como por haber hecho un esfuerzo sobrehumano volvió en sí, vio sus compañeros en el bus, el alboroto del mercado, el sol calcinándolo todo... "Por supuesto que tampoco está afuera" se recriminó. Por la canción que sonaban en el radio se dio cuenta que eso que le pareció tomar mucho tiempo apenas si había ocurrido en un instante.
Se volvió sumergir en sí y aquello era ahora un caldo de partículas subatómicas moviendo alocadamente, las fuerzas estaban poco diferenciadas, el tiempo acababa de comenzar y el espacio a espaciase. "He creado universo" se dijo medio aterrorizado y maravillado a la vez "¿qué hago?" Clamó inocentemente "aunque parezca un caos esto debe tener unas leyes que lo ordenen" se dijo algo calmado e inmediatamente aquello empezó ordenarse, a regularizarse según su vago deseo, hasta hacerse tan complejo que se le escapó totalmente de la conciencia.
Confundido volvió sobre sí. Siguió escuchando la canción de la radio. Al bajarse del bus todavía agitado miró el reloj "es tarde -pensó- Berta y los niños deben estar esperándome" y apuró el paso. El resto del día una nube de preocupación, algo vaga, le molestó. A la mañana siguiente se rió de su actitud y ocurrencia del día anterior "qué locura" murmuró sonriente y termino de quitarse con la afeitadora el resto de jabón de su cara.
Para Alirio Rosales, amigo
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