HIJO, SÓLO AL ARTE SE LE ABREN LAS ENTRAÑAS DE LA TIERRA Y SE LE DEVELA EL MISTERIO DE LAS ESTRELLAS DEL CIELO.


EL PINTOR Y LA MONTAÑA.


En San Alfonso (poblado situado en el Cajón del río Maipo en Santiago de Chile), después de cruzar el puente que lleva a la Cascada de las Ánimas, un artista-pintor sube con esfuerzo la empinada cuesta que lo lleva a la cima de los farellones, modelados por la naturaleza en las capas dejadas por el magna y la lava.
El río Maipo,al formar su cuenca cortando el cerro nos muestra en su trabajo increíble, las entrañas de las montañas por donde hoy corre raudo e intrépido.
Miles de figuras, talladas por la corriente infatigable, se muestran en toda la altura del tajo, cambiando de colores según las sombras de las nubes o la inclinación de los rayos del sol.
El Pintor ya ha llegado a la cima y descansajunto a su mochila llena de pinceles, pomos con pinturas de distintos colores, un atril y telas.
Una botella de agua mineral, otra de vino, pan, unas presas de pollo y unas naranjas, completan la carga. Su pelo enmarañado corona su cabeza barbuda despeinada por el viento de la cima, que hace flamear sus pantalones de cotelé café de innumerables bolsillos y su casaca azul, manchada de pintura.
Observa con detención el entorno. En el cielo una pareja de cóndores revolotea muy alto. Abajo, al otro lado del río, surge el humo de los asados y escucha los gritos de los niños que juegan entre los árboles y las cabañas. Un poco mas hacia la cordillera, botes de goma empiezan a deslizarse entre los rápidos y el primero pasa raudo allá abajo, tripulado por un grupo de turistas protegidos con cascos y chalecos salvavidas, perdiéndose en la distancia saltando sobre las ondas.
Arma su atril al pié de una roca que lo protege del viento. Ordena sus pomos y mete los pinceles en un recipiente metálico.
Mira el entorno buscando la piedra extraña, la grieta increíble, el rayo de sol distinto, el pájaro errático o el arbusto diferente.
Detiene su vista en una hendidura que se abre transversal entre las capas distintas de piedra, ensanchándose hacia la profundidades de la montaña. Con la curiosidad del artista, mira por la abertura en que apenas cabe su mano.
Entonces su oído escucha una voz potente que viene de lo profundo. Un vapor cálido lo envuelve. Su piel se eriza ante lo deconocido. Escucha atento.
-Artista-Pintor, has llegado al lugar desde el cual observo a los humanos. Te he abierto la grieta mágica porque en ti veo sólo la pureza natural del arte, comprendiendo tus desórdenes. ¿Quieres conocer mi interior de Montaña?-
-Montaña Mágica, que hablas a este modesto Pintor. No sé si he enloquecido o superado mis facultades humanas al entender el lenguaje de las rocas. Te pido una prueba cualquiera para comprobar que no estoy loco antes de contestarte-
-Artista-Pintor, abriré la hendidura que miras, quees del porte de tu puño, al tamaño que permita que puedas entrar caminando a las entrañas de la Tierra, por gradas de cuarzo que moldearé para ti-
-Montaña Mágica, espero que no te burles de mi-
El Pintor siente un zumbido parecido al del viento entre los álamos. La pequeña hendidura se agranda y muestra el blanco camino al sorprendido Pintor.
-Artista-Pintor, te invito a pasar-
-Montaña Mágica, aunque un poco asustado, estoy agradecido de tu invitación. Guardaré mis cosas en mi mochila y bajaré-
El Pintor desarma el atril, guarda pomos y pinceles. Cargando la mochila a su espalda, desciende por la ancha escala de firme trazo.
Un sendero lo lleva a un amplio anfiteatro en cuyo centro hay una hermosa laguna de aguas cristalinas, alimentada por innumerables vertientes.
-Artista-Pintor, por tu valor y la autenticidadde tu arte, te premiaré-
-Montaña Mágica ¿que premio me quieres dar?-
-Artista-Pintor, podrás ver el interior de las rocas que se mostrarán transparentes para ti. Así tus pinceles mostrarán el arco iris que escondes los átomos del granito, de la plata, del plomo, del cuarzo, de la lava, del cobre y del oro-
-Montaña-Mágica, ¿cómo puedo pagarte esto que haces por mí?-
-Artista-Pintor, con tu arte. Él vale mas que todos los tesoros que existen en mi vientre-
-Montaña-Mágica, en ningún humano he sentido la sensibilidad que percibo en tu fantástico corazón de roca. Pintaré lo que nadie ha pintado. Mostraré la belleza de la piedra que despreciamos ydestruimos. Hoy veo que es muy hermosa,como una mujer desnuda-
La Montaña se hincha de satisfacción, provocando algunos aludes en su exterior que sorprenden a los turistas de San Alfonso.
-Artista-Pintor, espero verte aquí muchas veces. Sólo tienes que llamarme y te abriré la entrada que llega a la laguna-
El Pintor subió muchas veces a la Montaña. La gente de la Cascada de Las Ánimas se preguntaba adonde iba. Se preocupaba cuando desaparecía por días. Pero siempre volvía cargado de cuadros mágicos.
Han pasado muchos años. El Pintor está viejo. Sube encorvado apoyado en su bastón cargando una mochila más liviana que las de antaño.
La Montaña lo recibe en sus entrañas abrigándolo con su calor. El Pintor se sienta junto a la laguna alimentada por vertientes cristalinas. Su corazón está débil. Su pelo blanco ralea en sucabeza inclinada.
-Artista-Pintor, estás llegando al Fin-
-Montaña Mágica, el Fin es el Principio-
-Artista-Pintor, los es para los hombres y para las rocas. Para todo lo que existe. Es cierto que el Fin es el Principio. Pero te eXtrañaré mucho. Nadie se conforma cuando parten los que amamos-
-Montaña Mágica, te esperaré en el Infinito, en el lugar en que sólo seremos los maravillosos colores que me enseñasteis a conocer. Aquellas cosas que destruimos sin ver, de las que hablamos sin saber-
El Pintor se recuesta en la arena. Sus ojos recorren por última vez la magia de colores que pinto tantas veces.
Sus oídos perciben los gritos de los niños, el volar de los cóndores, el sonido de los rápidos del Maipo, la magna hirviendo en las entrañas de la Tierra y el silbar del viento.
Se duerme profundamente.
La Montaña se estremece en sollozos de roca y sus lágrimas de piedra caen por sus costados en numerosos aludes.
Días después, la gente de la Cascada de las Ánimas salió a buscarlo inutilmente.
Recorrieronel río, las montañas y las más profundas quebradas.
Unos niños contaron que lo vieronpasar volando sobre una nube rumbo a las estrellas.
Nadie les creyó.