La muerte juega con cuchillos
Y clava en tu pecho
Puñal implacable.
La muerte juega a mordernos los labios
Y carcome tus huesos
De risas fallidas.
La muerte, remedio infalible
De nefastas ideas,
De probables soluciones,
De rompecabezas de caricias.

Estás muriendo,
La muerte juega a reírse en nuestras caras.
Clava su puñal punzante,
En el medio de tu lecho.
La muerte tiene pies y manos,
Y formas y olores.
La muerte se mueve con cautela
Y llora victorias venenosas.
La muerte es una perra intocable,
Tan sola, como tuya.
La muerte muele nuestros sueños,
Y aplasta el torrente de tus risas.
Te ésta matando lentamente,
Está comiéndose nuestros besos,
Amarga como la miel,
Y tan mía, como tu aroma.
Su puño es tan profundo,
Tan tibio, y tan oscuro.
La muerte juega con cuchillos;
Su filo es cortante.
La muerte es venenosa;
La muerte tiene mi sombra.