Abarrotado

La cima reclama
a quien ausculta el misterio
y al viento lanza sus temores.
El coraje se apodera del ánimo
la esquelética a la espera
se retira en silencio.
El verso compartido rescata
el deseo de vivir
revierte arrugas en la piel
desdobla premisas ocultas.
El afán por la ausencia declina
según la conciencia crece.
Intenta dar el zarpazo final
a la manía de permanecer
en la reclusión infligida
por avatares agazapados
en las tinieblas del diario vivir.
Con la atención puesta
en el susurro en los oídos
derrumba la pared
frente a los ojos cerrados.
Y comienza a dar vida
con los versos anónimos
que brotan de las manos
puestas sobre el teclado.