| Cuando suena el teléfono…
 Aún no estoy muy seguro de querer escribir esto que ahora estoy haciendo, pero para mí es muy importante que alguien, algún día lo lea. No voy a engañarlos diciendo que sé qué fue lo que sucedió, tal vez quizá porque ni yo logro entenderlo, aunque quizá más adelante, cuando lean mis escritos, alguno logre entender lo inexplicable.
 Hace de esto muchos años, una noche estando muy dormido, escuché el teléfono en el dormitorio de un tío, que vivía con nosotros por razones que por aquel entonces no me eran del todo claras, pero que a mí me gustaba que lo hiciera, me llevaba muy bien con él, era el hermano menor de mi padre y sólo tenía diez años más que yo. El teléfono fijo estaba en su cuarto, no me pregunten por qué habiendo tantos otros lugares en la casa, pero así era y por supuesto que yo no tenía problema con eso ya que solía entrar a su dormitorio sin pedir permiso.
 Esa noche sentí sonar el teléfono más fuerte que nunca, quizá fuera por ser de madrugada y la casa estaba en silencio, me levanté y corrí a su habitación a despertarlo, pero al llegar allí y querer contestar el teléfono, la línea parecía muerta y nadie había del otro lado entonces quise despertar a mi tío, pero no logré hacerlo, más tarde me enteré que estaba muerto.
 Con tanto barullo mis padres se levantaron y al entrar lo descubrieron, el tío estaba como dormido, pero jamás despertó.
 Esa madrugada, la casa se llenó de médicos que trataron de descubrir la causa de la muerte de un muchacho tan joven hasta que casi a la mañana, hasta la policía estaba en nuestra casa.
 Mis padres me preguntaron por qué estaba allí a esa hora y les conté lo del teléfono a lo que ellos dijeron que nunca sintieron que dicho aparato sonara, que debí haberlo imaginado.
 Extrañé mucho a mi tío ya que con él pasaba mucho tiempo dando paseos en bicicleta o me ayudaba en las tareas escolares. Al final los médicos certificaron su fallecimiento, por causas naturales, a pesar de su edad algo en su corazón había fallado.
 Luego de algún tiempo todo volvió a la normalidad, el dormitorio de mi tío pasó a ser el de mi hermano menor y la vida continuó hasta un día que volví a sentir el teléfono solo que mucho más lejos y pensé que quizá era el de nuestros vecinos y no presté atención y seguí durmiendo hasta que al día siguiente el hijo de mi vecino vino a mi casa a decirnos que su padre había muerto.
 Aquello me recordó lo de mi tío, pero nada dije, consolé a mi amigo y ese día fuimos todos al velorio.
 Lo curioso era que el fallecido era un hombre joven y sin enfermedades, otra vez el fallo fue de muerte natural. Aunque, luego supe que tenía una enfermedad incurable y que tarde o temprano le llegaría su hora.
 Luego de esto, cada vez que sonaba el teléfono me sobresaltaba, por mucho tiempo no lo volví a escuchar de madrugada, hasta que un día a eso de las tres de la mañana, lo oí claramente sonar, aunque no era el teléfono de mi casa ya que a pesar de que no era en mi casa, yo podía oírlo como si lo fuera, entonces le dije a mis padres que creía que el abuelo había muerto, mi abuelo vivía en España, muy lejos de nosotros y aún no había terminado de decirlo cuando esta vez sí, sonó el teléfono y mi madre atendió, era del hospital de Barcelona para avisarnos de la muerte de mi abuelo.
 Esto no solo impactó a mis padres, yo me sentí… ni siquiera puedo describir aquellos sentimientos, era como que el teléfono me avisara de las muertes, aquello era horrible.
 Mis padres trataron de explicarme que el abuelo era un hombre viejo y muy enfermo y que se sabía que tarde o temprano ocurriría, pero eso no disipó mis dudas. Sabía que algo tenía y muchas veces pensé en si era el único…
 Hoy, luego de un tiempo, mi hermano menor me cuenta que ha escuchado el teléfono, pero que nosotros ya no tenemos teléfono de línea debido a los celulares. Debo apurarme, quizá me quede pocos minutos antes de partir, si alguno puede explicar….
 ––Mamá, mi hermano no respira….
 
 Omenia.
 1/10/2025
 
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