Soy tauro, una amante de la estabilidad, de lo cursi, de lo simple, también de la buena comida y ciertos gustos fuera de mi presupuesto.

Hace siete años mi vida no ha sido más que una montaña rusa, un cambio tras otro, despedidas, nuevos inicios, yo tratando de aferrarme a cualquier pedacito de estabilidad que me quedaba, pero la vida año tras año se encargó de decirme que las cosas no se mantendrían en su lugar por mucho tiempo y que debía aprender a disfrutar el viaje. Me costaba entender bien qué es lo que tenía que aprender, a dónde me estaba llevando todo esto; entonces hice lo que cualquier persona inmadura haría: ignoré todo y empecé a correr.

No todo fue malo, si bien hubieron despedidas, también hubieron bienvenidas, de alguna manera la vida te compensa por las personas que se lleva, y ellos a su manera hicieron este viaje más llevadero, inclinaron la balanza, hubieron risas, drama y todas esas cosas que le dan sentido a la vida.

Urano salió de Tauro, nunca entendí bien que significaba, no soy una chica de horóscopos o astrología, prefiero no saber que pasará en mi vida es como quitarle la cereza al pastel o que te cuenten el final de un libro o película o peor aún saber el setlist de un concierto, pero últimamente mi algoritmo me lleva a estos videos y según pude entender esto ocurre cada 84 años y marca el fin de un ciclo de siete años de desestabilización y transformación, qué clase de brujería es esta, pensé. De alguna manera todo encajó. Todo aquello que describían, era básicamente la sinopsis de mi vida en esos siete años.

Hace unos días escribía sobre una amiga, en su vida le pasaron innumerables cosas y siempre tenía una sonrisa en el rostro como si no pasara nada, como si todo tuviera solución. Siempre me pregunté como hacía eso?, yo la admiraba, su fortaleza, su fe, su capacidad de perdonar y seguir adelante. Lo que daría por tenerla aquí conmigo hoy, pero algo me dejó, algo aprendí. Ella es mi estrella fugaz, quiero pensar que este mundo no era para ella, por eso transcendió.

Hoy quizás estoy en el momento menos estable de mi vida, ya lloré, ya me lamenté. Estoy sobre mis pies nuevamente, esta vez abracé el cambio, acepté este proceso y me subí a bordo pero esta vez sin correr, sino afrontando cada cosa que me toca aprender, tengo miedo, pero esta vez la ronda la pago yo.

Estoy escribiendo esto con la canción más ñoña posible, en lo que a mi respecta no hay nada en el mundo que la música no cure, y si no lo cura, al menos tendrás el mejor soundtrack de tu vida.