Creo que hace tiempo no utilizo este medio para escribirte, pero esta vez me dio ganas y además use el color lila porque sé que te gusta. En un par de horas debo estar camino al sur hasta el día domingo, te vi conectarte pero te fuiste imagino que a trabajar, lavar los trastes o lavarte el pelo lo que da igual porque para las tres labores te demoras casi lo mismo.
 
Sabes, hace unos meses estuve por una librería y encontré un poemario de Benedetti dedicado a su esposa "Canciones del que no canta", se lo escribió a su esposa cuando murió después de 60 años de matrimonio. Revisando llegué al poema "Sentimientos", me detuve a leerlo completo, mientras lo leía sentí una corriente transcurriendo por mi cuerpo, me movió, me entristeció, pero al final me hizo sentir más esperanzada con toda la idea de amor.

Siempre escuché: cuando uno está enamorado esa felicidad solo dura un par de meses, luego era un par de años y así, siempre con una fecha de caducidad por delante y aunque siempre viví el momento, era un poco desalentador pensar en esta idea del amor con plazos. Y pienso ojalá que la gente se de cuenta que a lo único que hay que ponerle fecha de caducidad es a los alimentos, no al amor, ese que sea libre siempre, que cada quien viva su historia como quiera y como pueda, sin más.
 
La idea de amar a alguien tanto tiempo, de añorar tanto a alguien como si hubiera pasado un día o dos desde que nos dimos cuenta que estábamos enamorados me conmueve, y sabes, te escribo porque eso es lo que deseo para ti, que encuentres a alguien que después de 60 años y te ame como la primera vez; y que si al final dura dos días, que los vivas como si hubieran sido 60 años.