El mejor momento no lo marca el reloj
la hora de la locura y el amor,
la hora de la ternura y la pasión
está fuera del tiempo.

A mí no me importa si llueve
o si son las diecinueve
voy con mi corazón en la mano a verte
y locura de amor, en lugar de razón.

Cuando yo amo a una dama hermosa
no hay distancias ni barricadas,
así como la amo también ella me ama
con sentimiento y caricias profundas.

El mejor momento pasó desapercibido en el reloj
para los dos quedó suspendido en la memoria,
en la boca un eternos sabor delicioso a piel
que nunca se va a desvanecer.

Cuando nos amamos
con pasión y sentimiento
el viento sopla más fuerte
y se lleva la muerte bien lejos.

Los verdaderos amantes
vamos al cielo o al infierno
antes muertos que cobardes
valientes en el invierno crudo.

Los verdaderos amantes
sabemos crear momentos diferentes
para los dos únicamente
los besos son tiernos y eternos.

PEDRO MORENO MORA