GUIA PARA UN ENCUENTRO CASUAL
A veces la vida nos coloca en circunstancias tan comunes y al mismo tiempo trascendentes. Parece como si nos golpeara la cara con la imagen de ese otro que aunque desconocido nos resulta también atrayente y olvidamos por un instante esa frase repetida tantas veces: “no hables con desconocidos”.
Ya pasó mas de un mes desde aquel desafortunado encuentro, digo desafortunado porque de la misma forma nos desencontramos, así que a mi manera me he inventado mi propia guía para retar a la casualidad después de pensar en lo estúpido que resulto no haberte pedido tu teléfono, tu dirección o ya de perdida tu nombre. Creo que soy una adscrita de no romper la magia y belleza del momento con frivolidades y aquí estoy, sin nada, con un papel lleno de garabatos y mi esperanza, ataviada tan ridículamente como yo.
Estoy pensando que quizá esto no sea tan descabellado y que incluso hasta puede ser útil Así que tomare el camión que me lleve a la estación de autobuses, una vez ahí debo sentarme en la misma silla donde me senté aquel día. Pasillo A, B. C…. , G; primera fila;
Asiento uno, dos, tres y otra vez la esperanza de que ningún viajero ocupe mi lugar de lo contrario todo resultaría mal, esta vez mi actitud no será la misma, no estaré dudando si abordar en la tercera llamada del altavoz o no. Esta vez solo permaneceré sentada mirando cada uno de los rostros que van y vienen; unos mas rápidamente que los otros. Como último paso debo esperar a que aparezcas como aquel día.
El secreto de esto es repetir la guía una y otra vez hasta que suceda, de la estación a casa, de la casa a la estación y viceversa.
...comienzo a desesperar, ¿cuanto tiempo, cuantos días, cuanta vida llevo así?. Pero¡ claro! olvide decir que no creo en la suerte. Cómo retar a la casualidad si hoy no es jueves y mucho menos las cinco treinta pm.
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