Se fue la valentía por los aires
con alas de algodón y terciopelo
no hubo ni un instante que en el cielo
se fuera amainando el desastre.

Los miedos parecieron instalarse
al centro de su alma atribulada
no había ya la fuerza que otrora
sirvió para la guerra y sus batallas.

El manto azabache tiritaba
queriendo ocultar la superficie
la misma que se hacía movediza
sabiéndose un árbol sin raíces.

Se hizo la tormenta insoportable
tan solo se veían nubes negras
el pozo parecía rebasarse
imagen tras imagen modorrienta.

Si no hay terreno firme tras la lluvia
entonces no habrá luna tras el sol
la niebla cubrirá el horizonte
en medio de las sombras del terror.