Una falsa flor habita conmigo. Pétalos de plástico. Corazón de plástico. Alma de plástico. Suavidad sin tibieza: ¿No te conmueven las caricias del viento? Eterna compañía en una sola pieza: ¿No vibras con el aleteo del colibrí sediento? Recreación a la vista, imperturbable al tacto. Eterna belleza sin aroma y sin llanto. Posas estática atrapada en un frasco. ¿Dónde esta tu fragancia voluptuosa figura? Delicioso bocado de aroma perdido. Fruto amargo de sabor escondido. Dulce flor de plástico: ¿No sé cuanto durará el deseo de mirarte, de verte desde lejos y no querer tocarte? Invitación mordida al fogoso romance. Te veo y te sueño y ya no quiero tocarte. Te toco y me enciendo, y con amarga queja siempre logras apagarme.
Texto agregado el 07-08-2025, y leído por 24 visitantes. (1 voto)