Me guarnecí de tu risa
me encerré en las calles
sumergido en un nido
de egoísmo y ruido.
Y sólo sirvió de valla
hasta caer la noche,
tu olor era una barca,
desafía las olas y naufraga
explota e incendia
pero no absuelve ni mata.
No es una amenaza
aunque claves tus labios en mi garganta.
Texto agregado el 29-07-2025, y leído por 22
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Lectores Opinan
31-07-2025
Me gusta su musicalidad. El remate es sensual. Abrazo. sendero