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En un país…

En un país muy pequeño la policía no alcanzaba para detener el narcotráfico y las cárceles estaban abarrotadas de criminales que entraban y salían como en sus propias casas.
Hasta que un dirigente político tuvo una idea y la propuso en el parlamento.
––Tenemos que aplicar más mano dura con los criminales, nuestras calles están repletas de niños drogadictos que más tarde van a ser criminales en potencia, debemos parar con el tráfico de drogas que llegan de nuestros países vecinos y que han tomado nuestro país como tránsito y venta de drogas.
––Muy bien dijo otro parlamentario, ¿qué propone?
––Lo estuve pensando mucho y se me ha ocurrido una idea que quizá…
––Lo escuchamos con atención.
––Mi propuesta es la siguiente, en vista de que las cárceles nuestras están llenas de narcotraficantes asesinos, que mandan desde las mismas a los que están afuera, deberíamos encontrar un asesino para que se encargue de ellos.
––Pero, ¿qué nos está proponiendo?
––Ya lo sé, parece ridículo y ante la ley injustificable, pero escuchen primero y luego opinan. Como bien sabemos el que mata una vez ya es considerado asesino, pero muchas veces una persona puede tener motivos muy fuertes para asesinar a otro. Déjenme que me explique mejor, se de algunos asesinos que jamás lo hubieran sido, pero que las circunstancias de la vida los llevaron a cometer un crimen, que para ellos estaba justificado. ¿Me van siguiendo? Los narcotraficantes son asesinos en potencia, yo propongo que busquemos a alguien que ya haya matado no en defensa propia sino para vengar a un ser querido. Este hombre debe ser, inteligente, culto, quizá hasta con algún doctorado y sobre todo con honor. Lo tendríamos que buscar en las cárceles, mirando muy bien sus antecedentes y proponérselo a ver qué nos responde. Por supuesto que, si llegara a liquidar a un narco importante, nos ayudaría y se ayudaría él mismo quitándole algo de su propia condena.
––Bueno, bueno, con su propuesta, le diré que ha llegado a interesarme.
––Todos queremos que esos criminales de niños y destructores de familias, se vayan para siempre de este pequeño país y creo que, con nuestras leyes de hace tantos años, jamás lo lograremos.
––Eso es muy cierto, voy a proponer modificarlas lo antes posible.
––Muy bien, me voy a poner en campaña con lo que les he propuesto, pero deben hacer un juramento primero, nada de lo dicho o escuchado en esta sala debe salir de aquí, de lo contrario estaríamos peor que antes.
Todos asintieron y prometieron ellos mismos leer los expedientes de cada preso que hubiera matado por honor o defensa de algún ser querido.
Al fin alguien dio con un nombre, una persona que vio cómo asesinaban a su hija y la dejaban tirada en la calle mientras a él lo sostenían de brazos y piernas para que viera lo que hacían, lo dejaron vivir, pero amenazado, de más está decir que el hombre juró vengarse y al poco tiempo el asesino apareció descuartizado en la misma calle donde había matado a la muchacha, se trataba de un narcotraficante que había conocido a la niña siendo menor de edad, ella y le había dado drogas, al principio enamorándola para luego de convertirla en adicta, rebajándola aún más, a la prostitución.
El padre de la joven, luego de matarlo se entregó a la policía contando lo sucedido.
Aún está en la cárcel, aunque es un preso ejemplar que trata de enseñar a otros presos más jóvenes a estudiar para que al salir no sean unos parias y al poco tiempo regresen con cargos aún mayores.
Entrevista con el hombre y con el dirigente político.
––Buenas tardes profesor.
––Buenas tardes respondió el otro sin saber el motivo por el cual estaba allí, haciéndole preguntas raras un representante del gobierno.
––Vengo a hacerle una propuesta que quizá pueda interesarle.
––Diga usted, lo escucho.
––Hemos estudiado su caso, su expediente es ejemplar y sabemos que tuvo sus razones, aunque la ley no esté de acuerdo.
––Estoy pagando mi culpa y me entregué por mi propia voluntad, aún me quedan algunos años, pero mientras esté acá trataré por todos los medios de capacitar a algunos muchachos que quizá las malas compañías, el entorno o lo que sea los trajo hasta acá para que cuando salgan lo hagan sin temor a volver a caer en la tentación si siguen mis consejos.
––Lo sabemos y es por eso que, justamente creemos que usted es el indicado.
––Aun no entiendo qué es lo que quieren de mí.
––No se preocupe, se lo explicaré con lujo de detalles y si está de acuerdo, desde ahora, todo puede ser diferente, sacaremos a los narcotraficantes de las calles, sabemos que los cabecillas están en nuestras cárceles y que desde allí dirigen y hacen lo que quieren ya que no tenemos suficiente con nuestra policía y luego que cambiemos las leyes con otras que sean adecuadas al año en que vivimos, ya no creerán que son los dueños del mundo, pero para eso lo necesitamos. Usted mató y yo lo entiendo y por eso acudo a usted, necesitamos que desaparezcan los cabecillas, usted va a estar resguardado y los hará desaparecer ayudando así a esos pobres chicos que caen en la droga y se convierten en lo mismo que los que mataron a su hija.
––Déjeme pensarlo, a pesar de ser una propuesta descabellada, tiene sentido, los niños son mi mayor preocupación, ellos son inocentes y nada entienden de la maldad, hasta probar lo que en definitiva va a ser su propia muerte.
Y así uno a uno de los peores narcotraficantes fueron desapareciendo, las cárceles volvieron a tener pocos delincuentes, el policía asesino con el tiempo dejó de serlo para salir antes de haber terminado su condena, ahora es otra vez lo que era, un hombre dedicado a no permitir el flagelo de las drogas en las calles, profesor para los que quieren ser mejores hombres y que se sienten capaces de serlo. Y sobre todo otra vez un hombre libre en un país que ahora es un hermoso lugar turístico donde la droga sólo se vende en medicamentos. ¡Cómo quisiera que esto, no fuera más que un sueño!
¡Y que al despertar se convirtiera en realidad.!

Omenia
18/7/2025

Texto agregado el 21-07-2025, y leído por 49 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
23-07-2025 La drogadicción es un cáncer qeurida amiga... Terrible solución, pero en la guerra todo se vale. Abrazo. sendero
21-07-2025 Excelente, Ome! Ojalá no fuese sólo un cuento. Hoy leí el caso real de una mujer de España, donde los okupas, invadieron su casa. Los demandó y el juez, permitió que se queden alegando que ellos no sabían que ella era la dueña! Ni lerda ni perezosa, ella averiguó la dirección del domicilio del juez y la okupó. MujerDiosa_siempre
21-07-2025 Y nombro a la ONU porque sería la primera en oponerse, paradojalmente por aquello de los DD. HH. vicenterreramarquez
21-07-2025 Interesante, como idea no es mala. Pero en democracia es casi imposible llevarla a cabo ni siquiera la ONU la aceptaría, en cambio bajo dictadura puede ser. Desde otro punto de vista la idea no es nueva, conozco decenas de justicieros, desde El Llanero Solitario hasta Rambo, desgraciadamente actúan solo en mundos de ficción. Saludos de vicenterreramarquez
21-07-2025 Que buen cuento Ome. De verdad sería maravilloso que fuera una realidad,más que todo,en este tiempo que vivimos donde la delincuencia nos tiene atrapados. Esta perfecto Felicitaciones Victoria 6236013
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