No voy a ser nunca aquello que tú quieres que yo sea,
no dejaré de ser, aunque sea eso lo que tú más deseas,
en la sincera reificación solo para tu solaz beneplacito,
e inventando e reinventando mi imagen a tu semejanza,
finjo negar mis propias emociones y creo saciar tu sed,
sin ese receso preciso que automatizará mis creencias,
convencido estoy, todos mis participios no caducaron,
ni en la celebración de este presente tan impresentable,
sonrisa; fingido salva conducto de esperanza perdida,
mis negaciones son alertas como mínimo sospechosas,
vender nuestra alma podría ser la actitud más sensata;
ni amado, ni temido, con la mirada perdida en el espejo,
esa lección que creo que nunca terminaré de aprender,
y esa otra lección que nunca creo que llegue a enseñar, no voy a renegar finalmente de mis propios principios,
confieso aquí que no fui el que se perdió en el tiempo,
en un doliente tiempo de ansiedad, de pena, de silencio,
pero yo no voy a querer ser nunca ese que debería ser,
aunque los tiempos estén cambiando yo evitaré cambiarlos.
JIJCL, 19 de julio de 2025.
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